Cientos de personas, miles, según apunta el diario ‘Seattle Times’ marcharon el viernes por la tarde en silencio por las calles de Seattle para exigir justicia racial a raíz de la muerte de George Floyd mientras se encontraba bajo custodia de la policía de Minneapolis.
A pesar de la lluvia, hombres, mujeres y niños caminaron en absoluto silencio desde Beacon Hill hasta Jefferson Park, portando carteles con el mensaje 'Black Lives Matter' que se ha convertido en un grito universal contra el racismo.
"El mundo está mirando", manifestó Ebony Miranda, presidente del grupo organizador, Black Lives Matter Seattle-King County, a los manifestantes, "que nuestro silencio diga mucho", según publica el mismo diario, que cifra en unas 60 000 personas el número de participantes en la marcha que, explica, llenó Judkins Park.
Además, a esta se sumaron otras más pequeñas en el oeste de Seattle y en otras ciudades como Issaquah, Everett y Renton.
El viernes se cumplieron dos semanas desde que estallaron las primeras protestas en Seattle por la muerte de George Floyd, el hombre afroamericano muerto a manos de un oficial de policía blanco de Minneapolis que presionó su rodilla en su cuello durante casi nueve minutos. Una brutalidad policial que ha desatado la mayor oleada de manifestaciones contra el racismo de los últimos años.
Mientras en algunos lugares de EEUU ya se están atenuando, en Seattle continúan. Ante esto, precisamente, el presidente de EEUU, Donald Trump, manifestó el jueves su contrariedad amenazando, incluso, al gobernador del estado de Washington, Jay Inslee, con "recuperar el control sobre (la ciudad de) Seattle".
"Recuperad el control sobre la ciudad ahora. Si no lo hacéis, lo haré yo", aseveró Trump en un mensaje de su cuenta de Twitter dirigido a Inslee y a la alcaldesa de la ciudad, Jenny Durkan. "Esto no es un juego. Estos terribles anarquistas deben ser detenidos cuanto antes. ¡Moveos!", ha recalcado.
El magnate neoyorquino calificaba a los manifestantes como "terroristas domésticos" y aseguraba que se han hecho con Seattle, según informaciones de la cadena de televisión CNN.
En este sentido, el presidente --que llamó a ambos políticos "radicales"-- amenazó con hacer uso del Ejército para sofocar las protestas, ante lo que Inslee y Durkan, ambos demócratas, no tardaron en responder.
"Haz que todos estemos más seguros, vuelve a tu búnker", manifestó Durkan en relación con la permanencia de Trump durante casi una hora en el búnker de la Casa Blanca el mes pasado cuando estallaron las fuertes protestas. Y, le avisó de que la ciudad no aceptará el despliegue del Ejército para detener las manifestaciones, remarcando que el presidente "ha amenazado con invadir Seattle para dividir e incitar a la violencia". "No sólo no es bienvenido, sino que podría ser ilegal", agregó, según ha informado la cadena de televisión CNN.
La alcaldesa, que destacó que la abrumadora mayoría de las protestas en Seattle han sido pacíficas, señaló que "una de las cosas que el presidente nunca entenderá es que escuchar al a comunidad no es una debilidad", "es fortaleza".
Inslee, por su parte, aseveró que "un hombre que es completamente incapaz de gobernar no debería entrometerse en los asuntos del estado de Washington". "Deja de tuitear", manifestó.