El gobierno de Nicolás Maduro continúa en su empeño de legitimar las elecciones parlamentarias previstas para el próximo 6 de diciembre con el apoyo de la comunidad internacional, y a los sorpresivos indultos otorgados esta semana a 110 presos políticos y diputados opositores, hay que sumar la invitación formal a la Unión Europea y a la ONU para participar como “acompañantes y observadores” en los comicios. La petición se ha realizado en la tarde de este miércoles a través de una carta firmada por el canciller Jorge Arreaza que ha compartido en su cuenta oficial de Twitter y supone una invitación sin precedentes puesto que Venezuela no manejaba hasta el momento la figura del “observador” internacional.
El gobierno venezolano envió una copia al Secretario General de la ONU, António Guterres y otra a Josep Borrell, Alto Representante de Político Exterior de la Unión Europea, que calificó como “una buena noticia para avanzar hacia la celebración de unas elecciones libres” los indultos otorgados por Maduro.
El canciller venezolano aseguró en su cuenta de Twitter que con esta invitación el gobierno chavista expone “las amplias garantías electorales acordadas para la venidera elección” y añade que tiene la “seguridad de que las garantías acordadas serán consideradas como parte de las medidas de generación de confianza”.
En el comunicado, se mencionan una serie de “extensión de garantías” entre las que se destacan una serie de “auditorías previstas en todas las etapas del proceso electoral”, y “la confiabilidad en el sistema automatizado de votación”, aunque en ningún momento se hace alusión, por ejemplo, a la posibilidad de posponer la fecha de las elecciones, algo que la oposición ha reiterado en diversas ocasiones por considerar que a escasos tres meses para la votación, el país no está preparado. Aparte de las incógnitas que abre en la sociedad la situación de incertidumbre por la pandemia del coronavirus, en crecimiento en el país caribeño, a estas alturas todavía no hay información sobre cuál será el software para las máquinas de votación después de que la empresa Smartmatic abandonase el país en 2017 tras denunciar fraude en la elección de la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente.
Es más, expertos electorales aseguran que todavía no hay conocimiento sobre si se han repuesto las máquinas de votación y la infraestructura tecnológica necesaria para poder realizar las parlamentarias. Recordemos que el pasado mes de marzo, un incendio devoró el 98% de la totalidad de estas máquinas y el gobierno de Maduro no ha hecho mención al respecto sobre su sustitución.
“Es importante destacar que cada partido político recibirá todos los elementos técnicos y logísticos necesarios para garantizar y verificar la pulcritud del proceso: incluyendo cuadernos de votación, incidencias registradas en el sistema, catastro de centros, actas, hojas complementarias de totalización publicándose el resultado electoral, como siempre, centro por centro y mesa por mesa”, añade el comunicado publicado por Jorge Arreaza.
En este sentido, es importante destacar la alusión a los cuadernos de votación, que en anteriores comicios nunca quisieron entregarse porque son el único elemento que puede demostrar con certeza la existencia de fraude porque el documento personaliza el voto y su conteo manual puede ser decisivo ante una diferencia ajustada, por ejemplo, como ya ocurrió en las presidenciales de 2013.
En aquel momento, Nicolás Maduro se estrenó como contrincante presidencial al opositor Henrique Capriles tras el fallecimiento en marzo de ese año de Hugo Chávez. Maduro venció por la mínima a Capriles, solo con 230.000 votos de diferencia (un 50,6% de los votos) y el candidato opositor no reconoció los resultados y reclamó los cuadernos de votación, pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) nunca se los entregó.
“La confirmación de su participación en este proceso contribuirá favorablemente al clima de entendimiento democrático entre venezolanos y constituirá un respaldo europeo a los medios políticos, pacíficos y negociados que deben prevalecer para la resolución de las controversias existentes”, termina la misiva enviada por Arreaza a Borrell y Guterres, una frase clave en la intentona de hacer ver como democráticos y necesarios los comicios y aislar cada vez más la posición encabezada por Juan Guaidó que continúa negándose sistemáticamente a participar de lo que considera un “fraude” e invita a sus seguidores a retomar la hoja de ruta del “cese de la usurpación” y el “gobierno de transición”.
Sin embargo, su posición está cada vez más en entredicho porque la oposición continúa dividida y esa división es cada día más evidente ante el nuevo impulso que está tomando la figura de Henrique Capriles que en la práctica, está disputando el liderazgo de la oposición a un Guaidó cada vez menos convincente en la calle y ante su electorado.
De hecho, ya es oficial que el gobierno de Nicolás Maduro ha mantenido reuniones con Henrique Capriles y con el diputado Stalin González (hasta la misma tarde del miércoles miembro del partido opositor perteneciente al denominado G4, - ala dura que apoya a Guaidó- Un Nuevo Tiempo. González ha enviado una misiva a la directiva de su partido para renunciar a su cargo debido a sus posiciones encontradas frente a las elecciones) para negociar la participación de la oposición en los comicios del 6 de diciembre y establecer garantías.
Que estos diálogos han existido y existen se supo con certeza en la noche del martes cuando el canciller turco, Mevlüt Cavusoglu, reveló que en su último viaje a Venezuela hace escasas semanas se había reunido tanto con Capriles como con González en una gira que también le llevó hasta República Dominicana donde además sostuvo un encuentro con el Secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
Minutos después de estas declaraciones explosivas del canciller turco (Turquía es uno de los principales aliados políticos de Venezuela) que oficializaban lo que ya era vox populi en el país caribeño, el equipo de comunicación de Juan Guaidó respondió con un comunicado en su cuenta de Twitter desmarcándose de esas reuniones que calificó como “emprendidas de manera individual” y sin permiso ni conocimiento de la Asamblea Nacional ni de la presidencia interina.
Aunque el opositor del partido Primero Justicia está inhabilitado por quince años desde el 2017 para ejercer cualquier cargo público, en los últimos días está adquiriendo un nuevo protagonismo en su papel negociador con el gobierno y muchos especulan con que parte de los acuerdos de esa negociación podría ser su habilitación para una presunta vuelta al ruedo con su candidatura como diputado a las parlamentarias de diciembre.
Y es que su confrontación con Guaidó respecto a las elecciones es ya una evidencia que ninguno de los dos se molesta en esconder en sus redes a la hora de hablar del tema o de referirse al otro. La última aparición de Henrique Capriles a través de todas sus redes sociales en simultáneo en la tarde noche del miércoles (algo que había anunciado unas horas antes creando expectativa nacional: “daré un mensaje a los venezolanos”, dijo) puso de manifiesto, una vez más, su posicionamiento a favor de la participación para salir del régimen chavista como única alternativa a un cambio real desde su punto de vista.
“Si ya tenemos un régimen autoritario que nos dice cómo pensar, ¿vamos a tener una oposición que hace lo mismo?”, comenzaba su intervención el opositor. Y continuó muy claro en su mensaje asegurando que “el plan que había se agotó”, refiriéndose al plan de Juan Guaidó de los últimos meses, y añadió: “¿cuál es el plan? ¿hacer una consulta por internet? ¿jugar a ser presidente por internet?”.
“Votar o no votar. Participar o no participar. Eso es un falso dilema. Luchar o no luchar. Ese es el verdadero dilema y yo no me voy a quedar de brazos cruzados. Yo voy a luchar. La oposición se ha vuelto demasiado predecible”, aseguró Capriles dejando claro, por si todavía quedaba alguna duda, su posicionamiento al respecto.
El líder de Primero Justicia terminó diciendo que no van a dejar a la sociedad civil sin opción y que van a “abrir un nuevo camino para apoyar a mujeres y hombres que quieran salvar a Venezuela de esta tragedia. La única manera es a través de acuerdos y negociación (…) Hay que movilizarse y luchar. No le vamos a regalar nada a Maduro, ni la Asamblea Nacional ni nada. Si nos la quiere quitar, tendrá que arrebatárnosla”, concluyó.