Juan Guaidó suele aparecer de noche y tarde en sus redes sociales para hacer anuncios o hablar de asuntos importantes, y estaba previsto que en la noche del lunes diese un reporte sobre la reunión que ese mismo día iba a mantener junto a Henrique Capriles y que el propio Guaidó había anunciado a bombo y platillo el día anterior, en un alarde de liderazgo opositor frente a lo que él considera “el fraude” de las elecciones parlamentarias. No lo hizo.
Sí apareció pasadas las 21:15 h local de Venezuela para reaccionar (fue el último de renombre en hacerlo) frente a los indultos masivos del gobierno de Nicolás Maduro a 110 diputados y presos opositores.
“Vaya nuestro abrazo para los familiares de quienes hoy han sido liberados. Comparto el sentimiento que tienen ustedes esta noche y sus familias”, dijo en su cuenta de Twitter, para añadir que “hoy el régimen liberó rehenes, y con ello reconoció una larga lista de presos y perseguidos políticos, prueba de que es una dictadura y del ataque contra la Asamblea Nacional. Jamás debieron pasar ni un solo segundo por ese infierno. Ni ellos ni sus familiares”.
El líder opositor termina su hilo preguntándose por las razones de Maduro para las excarcelaciones “¿para qué la dictadura hace esto?” y responde que “quieren legitimar una farsa”, pero que “es una trampa” y que “no van a caer”.
Los indultos llegaron sorpresivamente en un alarde de estrategia política conveniente del gobierno para retomar la agenda setting mediática e informativa, dando un giro de 180 grados a la jornada y poniendo sobre la mesa la idea de que el camino correcto y democrático es el de la participación electoral, algo con lo que Henrique Capriles Radonsky estaría de acuerdo a pesar de las evidentes diferencias y falta de garantías; pero no así el presidente encargado Juan Guaidó, al que el gobierno chavista trata de aislar bajo la estratagema de su radicalidad antidemocrática y por lo tanto inviable.
Juan Guaidó reaccionó tarde al anuncio del chavismo a pesar de que ha sido la tendencia absoluta en redes sociales durante toda la jornada, pero no mencionó la presunta reunión con su rival político opositor, doblegada inevitablemente a un segundo plano.
Henrique Capriles, sin embargo, sí escribió un hilo en su cuenta de Twitter pocas horas después de la noticia, asegurando que los indultos son un acto de justicia, aunque “todavía faltan otros presos políticos que siendo inocentes siguen secuestrados por el régimen”.
“En este momento nadie se está engañando, los venezolanos sabemos a qué nos enfrentamos. Aún así tenemos viva la esperanza de que a nuestro país vuelva la Democracia, que se acabe el horror de la persecución y que se abran caminos para que los venezolanos decidan su futuro en paz”, concluyó el líder de Primero Justicia.
De la importante reunión, tampoco dijo nada.
La estrategia del régimen de Maduro es evidente, pretenden dividir como siempre a la oposición y la excarcelación de opositores en un régimen dictatorial, que viola los derechos humanos según Naciones Unidas y las organizaciones Internacionales no sorprendía como estrategia. Tampoco la posición de Capriles, para muchos un "colaboracionista tapado", que de hecho, ya ha pactado en otras ocasiones con el gobierno de Maduro en contra de la opinión de Juan Guaidó, "presidente encargado" de Venezuela y firme opositor a los comicios de diciembre convocados por Maduro por considerarlos "una farsa".
Las reacciones de algunos de los indultados críticos en redes sociales como Twitter no se hicieron esperar. Sin embargo, otros diputados de alto nivel como Miguel Pizarro, Freddy Guevara o Henry Ramos Allup han permanecido en silencio hasta el momento.
Un ambiguo Leopoldo López aseguró que “ninguno de los compañeros que suelta la dictadura debió estar preso o exiliado. No cometieron delito. Nuestra lucha es hasta que no existan inocentes perseguidos, secuestrados o usados como fichas de cambio para promover acciones que beneficien a la dictadura”.
Juan Pablo Guanipa, diputado opositor de Primero Justicia indultado por Nicolás Maduro, escribió en su perfil: “Maduro, un verdugo que ha destruido la institucionalidad, finge clemencia en su desesperación para salvar su farsa del 6D. Usted no tiene autoridad para perdonar a nadie. Pídale perdón a Dios por el daño que ha hecho y termine de irse largo pa`l carajo. ¡Venezuela va a ser libre!”.
Mariela Magallanes, diputada opositora indultada, aseguró que “ni Maduro es presidente ni en Venezuela hay estado de derecho. Por tanto, su supuesto indulto no tiene ningún valor. Nuestra lucha es por la libertad para dejar de ser rehenes de una tiranía criminal”.
Américo De Grazia, otro de los diputados indultados, fijó el siguiente tuit en su perfil: #IndultoOInsulto ni Maduro es presidente ni yo soy un delincuente. Si Ud quiere contribuir a la paz de Venezuela indulte al país de la usurpación del poder, renuncie a la ocupación fáctica de la tragedia que ha sometido a nuestro pueblo y quzás así tengamos algo que agradecerle.
Roberto Marrero, mano derecha de Juan Guaidó y jefe del despacho del líder opositor, encarcelado desde marzo de 2019, fue liberado en la noche del lunes de la sede del SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional). A su salida expresó: “mi hijo va a estar más cerca de su papá, sin duda que en esta noche de luna llena la libertad siempre es bien recibida. Le agradezco mucho a nuestra gente”. También aseguró que “estar en la cárcel es lo peor que puede pasarle a un ser humano”.
La estrategia del gobierno de Maduro con estos indultos es inteligente en la forma y en el fondo. Con esta decisión pretende acabar con el interinato de Juan Guaidó, divide aún más a una oposición quebrada y en un momento de gran debilidad política; fragmentada entre los que quieren participar del proceso electoral y los que lo consideran un fraude (facción liderada por Guaidó) y abogan por su rechazo absoluto.
El movimiento político ensalza (aún más) la figura de Henrique Capriles, revalorizada en las últimas semanas y del que se presupone que estaría liderando las negociaciones de un sector de la oposición con el gobierno chavista. Se trata de un personaje partidario (junto a otros actores como la Conferencia Episcopal) de la participación para conseguir el cambio a pesar de las condiciones adversas.
De esta manera, los comicios del próximo 6 de diciembre, casi podrían entenderse como unas primarias por la disputa del liderazgo opositor entre Guaidó y Capriles, dos figuras en confrontación pública y manifiesta desde que Guaidó apareciese en el tablero geopolítco de la crisis venezolana.
Juan Guaidó, muy activo en los últimos días en sus redes sociales, había anunciado a través de un vídeo en su cuenta de Twitter que estaban trabajando por un gran “Pacto Unitario” entre los detractores de Maduro para “sacar al régimen del poder”. Volvió a enarbolar la bandera del “cese de la usurpación, gobierno de transición y elecciones libres” y rechazó de plano las elecciones legislativas por considerarlas “un fraude”.
“No estamos esperando unanimidad, pero sí el respaldo y apoyo de todos los sectores en el país en este momento. Vamos a dar esta semana de plazo para concluir el periodo de consulta y estar activando y firmando el Pacto Unitario con todos los sectores. Creo que estamos bastante cerca no solo de presentarlo, sino de tomar acciones que vayan en la dirección correcta del país”, señaló.
Apenas dos días antes de este vídeo, el líder opositor se había reunido con María Corina Machado y la fundadora del partido Vente Venezuela fue implacable en su crítica contra su figura: “el país te dio una tarea que no has querido o podido cumplir”, le dijo en un vídeo público lanzado en redes sociales.
Sin embargo, otro actor clave, EEUU, continúa del lado de Juan Guaidó. James Story, designado por Donald Trump como embajador “extraordinario y plenipotenciario” de EEUU para Venezuela (desde Colombia) aseguró en una entrevista al periódico venezolano El Diario, que su administración apoya completamente el proyecto de Guaidó y aseguró que es necesario aumentar la presión interna más allá de los esfuerzos de la comunidad internacional: “creemos que el movimiento debería ser político, de todos los pensamientos, pero también cívico y social”, dijo.
El Ministro de Comunicación de Venezuela, Jorge Rodríguez, anunció por sorpresa el indulto mediante decreto presidencial a 110 diputados opositores que permanecían presos, exiliados, refugiados en embajadas en Caracas o bajo persecución judicial. El indulto se ha concedido, según Rodríguez, con el “supremo compromiso” de alcanzar “la paz y la reconciliación”, y entrará en vigor en la fecha de publicación en la Gaceta Oficial de Venezuela.
Nicolás Maduro aseguró este fin de semana que durante los próximos días se realizarían anuncios importantes de cara a las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre para los que necesita la participación opositora, imprescindible para dar credibilidad a unos comicios muy cuestionados por la comunidad internacional. Dicho y hecho. El anuncio apenas se hizo esperar y llegó oportuno en una semana de ajetreo electoral. El próximo 4 de septiembre termina la inscripción de postulaciones de los candidatos y con esta medida se pretende dar rienda suelta a la participación de muchos de los indultados.
“La intención es que aprovechemos esta oportunidad estelar para que el próximo 6 de diciembre demostremos al mundo la solidez de la democracia en Venezuela”, sostuvo el Ministro de Comunicación. “Este decreto persigue la reconciliación nacional y que se reencausen las acciones políticas de todos los actores por la vía constitucional, pacífica y electoral. Ojalá sea escuchado el mensaje de Maduro”, añadió, en la que fue además su primera aparición desde el Palacio de Miraflores tras anunciar que superó el coronavirus.
Entre los indultados se encuentran algunos nombres opositores de renombre como Freddy Guevara, refugiado en la Embajada de Chile desde 2017, Miguel Pizarro, en el exilio, Roberto Marrero, jefe del despacho y mano derecha de Juan Guaidó (mencionado anteriormente), Henry Ramos Allup, líder de Acción Democrática, o el periodista y politólogo opositor Nícmer Evans, detenido arbitrariamente en su casa el pasado mes de julio por la policía chavista. Estos nombres se suman a la decisión de otorgar arresto domiciliario al diputado opositor Juan Requesens el pasado sábado (la medida ya indicaba negociación entre el gobierno y varios sectores opositores, así como nuevos anuncios importantes), tras 752 días encarcelado por su presunta participación en el intento de magnicidio contra Nicolás Maduro en agosto de 2018 con un dron lleno de explosivos.
El indulto no menciona sin embargo al líder opositor Leopoldo López, refugiado en la residencia del embajador de España desde el fallido intento de golpe de estado del 30 de abril de 2019, a Julio Borges, líder del partido Primero Justicia y exiliado en Colombia, o al propio Henrique Capriles, inhabilitado políticamente. Sin embargo, esta decisión del gobierno podría ser la antesala a su particular indulto para volver al ruedo político y participar en las elecciones. Algo que sería del agrado, sin duda, de la Unión Europea y de España, actor clave en la intermediación política en Venezuela. Tras la liberación del diputado Requesens, la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, celebró a través de su cuenta de Twitter la decisión, pidió “la liberación de todos los presos políticos”, y “una salida negociada a la crisis mediante la celebración de elecciones”.