Una madre de 38 años ha sido detenida en Philadelphia, Estados Unidos, tras disparar a sus dos hijos, de 9 y 13 años, en la cabeza mientras dormían. Tras el suceso, la mujer huyó del domicilio familiar, pero ya ha sido arrestada por la policía.
Los pequeños fueron encontrados con vida, aunque en estado muy grave, con heridas de bala en la cabeza. Ahora se encuentran en el hospital, donde se les mantiene con vida mediante respiración asistida para trata de conservar sus órganos y que estos puedan ser donados, puesto que hay pocas esperanzas de que ninguno de los dos se pueda recuperar. Uno de ellos, incluso, fue sometido a una cirugía de emergencia, pero los médicos no tienen esperanzas en que puedan salvar la vida.
Después de disparar contra los pequeños, la madre huyó del domicilio familiar en una pequeña furgoneta blanca, pero antes de tratar de escapar, apuntó a uno de sus vecinos en la cabeza sin llegar a dispararle. Según recoge DailyMail, algunos vecinos que se encontraban cerca del lugar donde fue arrestada -una iglesia local- la mujer podría en aquel momento estar bajo los efectos de alguna droga.
Días antes, había mantenido una discusión con su excuñada, hermana de su exmarido y padre de los hijos, porque la segunda habría intentado que desalojaran la vivienda familiar por el impago de algunas cuotas del alquiler después del divorcio. Tras el altercado, la acusada habría amenazado con una pistola al hijo de su excuñada, de 22 años, sin llegar a dispararle.
Ahora, esta madre de 38 años, se enfrenta a tres cargos de intento de homicidio a la espera de saber si finalmente sus hijos podrán recuperarse de las heridas de bala que ella misma les causó. La policía también aseguró que habría indicios de que la mujer habría intentado suicidarse, sin dar más detalles del caso.