Una madre admite haber dejado morir de hambre a su hija con síndrome de Down. Una crueldad excesiva, por la que ahora tendrá que enfrentarse a la cárcel.
Los hechos ocurrieron en la ciudad Blackpool, en Inglaterra. Fue allí, cuando el 29 de agosto de 2019, los servicios de emergencia encontraron el cuerpo sin vida de Debbie Leitch, de 24 años y con síndrome de Down. Los informes médicos revelaron que la joven murió por demacración severa. Además, tras practicarle la autopsia, los forenses encontraron que tenía una gran infección de sarna en la piel.
Seis personas fueron detenidas en relación con su muerte, entre ellas, su madre, Elaine Clarke, de 49 años, quien fue acusada de homicidio negligente grave. Aunque en un principio la mujer se había declarado inocente, más tarde, y a diez días de que el caso fuera a juicio, admitió los cargos ante el Tribunal de la Corona de Preston, según MailOnline.
La expareja de Elaine Clarke, Robert Bruce, de 45 años, también fue acusada de permitir o ser cómplice de la muerte de un adulto vulnerable, aunque finalmente dicha acusación fue desestimada.
La jueza Amanda Justice Yip declaró culpable a Clarke, de la muerte de su hija, por lo que está, finalmente, irá a prisión. Por su parte, su expareja, Robert Bruce, fue puesto en libertad.