Finalizado el brutal ataque en Mariúpol, que ha dejado fosas comunes con miles de muertos, Rusia rearma sus tropas en otras ciudades del Donbás. Entre ellas, Járkov, donde los ataques se recrudecen por momentos. Las bombas son un constante. Los objetivos son los civiles, según las autoridades locales.
Una noche más la lluvia de bombas ha sido la protagonista, nos cuenta desde Járkov nuestra compañera Laura de Chiclana, que explica que la última ha caído cinco minutos atrás.
El alcalde de Járkov asegura que el objetivo de las tropas de Rusia son los civiles.
En la ciudad de Velykyi Burluk, a unos 100 kilómetros de Járkov, tomada por Rusia, aseguran que no puede entrar ninguna ayuda humanitaria y quien acepte esa ayuda será ejecutado.
Las tropas de Vladimir Putin mantienen Járkov, parcialmente bloqueado, mientras Laura de Chiclana, nos explica que permanecen fuera del hotel en el que se alojan por razones de seguridad.
Mientras la batalla se intensifica en el sur y este de Ucrania, en Mariúpol las autoridades locales informan que han encontrado 9.000 cadáveres de civiles enterrados en fosas comunes a unos 20 kilómetros en Manhush.
Son enormes fosas de 30 metros con los cuerpos de civiles asesinados, según ha afirmado el alcalde de Mariúpol, Vadym Boychenko. Una empresa de tecnología asegura que hay unas 200 fosas construidas a partir de finales de marzo en la zona de Manhush, a las afueras de la ciudad portuaria.