La toma de Mariúpol por parte de Rusia ha sido celebrada con una fotografía por las tropas chechenas. Con esta imagen Vladimir Putin ha anunciado que tiene el control de la ciudad portuaria. Un control que ni Ucrania, ni Estados Unidos admiten porque resisten los últimos de Mariúpol, miles de civiles y militares atrincherados en la planta siderúrgica.
Aun con fuego al fondo de la imagen por los combates, las tropas chechenas celebran la toma de Mariúpol. Con banderas de Chechenia y Rusia, los soldados conocidos por la brutalidad de sus acciones muestran su triunfo en la batalla.
Batalla que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha dado por ganada. Tras afirmar Rusia que Mariúpol está bajo su control, a excepción de la planta siderúrgica, Putin ha cambiado de estrategia. Ya no se plantea el ataque a la acería, sino que ha dado orden para que nadie entre o salga de allí y solo puedan o rendirse o morir de hambre.
A pesar de que El Kremlin cuenta Mariúpol como una victoria más en la guerra, ni Estados Unidos ni Ucrania lo admiten mientras sigan en pie las tropas de la acería de la ciudad. Es más la Casa Blanca habla de show de Vladimir Putin.
A la par, el Ayuntamiento de Mariúpol ha informado del hallazgo de hasta 9.000 cadáveres enterrados en fosas comunes en Manhush, una localidad a las afueras de la ciudad.
Una empresa de imágenes de satélite asegura que hay hasta 200 fosas comunes, que fueron cavadas a partir de finales de marzo. “Están transportando los cuerpos de los muertos en camiones. De hecho simplemente los tiran en un terraplén", ha dicho el asesor en el Ayuntamiento, Petro Andryushchenko, que acusa a Rusia de querer ocultar sus crímenes de guerra.