Buscamos el testimonio en primera persona de uno de esos españoles que por fin están en casa tras salir de Ucrania. Su nombre es Lluís Cortés, es el seleccionador femenino de Ucrania. Así nos relataba su periplo para conseguir salir del país. “Con todo lo mal que lo hemos pasado, somos muy afortunados”, ha subrayado.
Sus sobrinos, sus padres y otros familiares esperaban ansiosos la llegada del avión procedente de Múnich, Alemania. Esperaban a Lluís Cortés, entrenador de la selección femenina de Ucrania. "Ahora estas jugadoras están en una situación muy delicada, pero es que tampoco es fácil salir del país", afirma Lluís ya en suelo español.
El seleccionador ha empleado cuatro días para poder regresar junto al preparador físico, Jordi Escura. Iniciada la invasión rusa el pasado jueves, no sabían cómo podían volver. "La única opción era la del tren. El nuestro salió pero el siguiente tren que tenía que llegar al día siguiente ya no", señala.
Ha sido una incertidumbre máxima y esperas larguísimas sin recibir ninguna explicación, solo deseando que el tren continuase su camino para sacarles del país.
"Nos sentimos súper afortunados, con todo lo que hemos pasado y lo mal que lo hemos pasado, ¿eh?, pero somos muy afortunados", dice el entrenador.
El técnico catalán no ha querido en ningún momento opinar sobre la situación desencadenada tras la invasión de Ucrania. Ahora, ya en casa, solo pide "que hablen, que se sienten y que, por favor, que pare ya la guerra porque las consecuencias de una guerra son devastadoras".
Como Cortés, un grupo de 106 españoles, entre ellos cuatro menores, han aterrizado en el aeropuerto de Barajas esta noche. Venían en un avión que ha fletado el Ministerio de Exteriores, al que le reconocen el enorme trabajo que han hecho, tanto en suelo ucraniano como desde aquí en España.
En Madrid les ha recibido el Ministro de Exteriores, José Manuel Albares. En Ucrania se han quedado la embajadora Silvia Cortés, el cónsul y un grupo de policías para asistir a otro grupo de 100 españoles, con doble nacionalidad y que no han querido dejar Ucrania por arraigo.