Un juez de la ciudad de Baltimore ha ordenado la puesta en libertad de tres hombres que cumplían cadena perpetua por un crimen que no cometieron, 36 años después se ha demostrado que Alfred Chestnut, Ransom Watkins y Andrew Stewart, son inocentes.
La condena de estos tres inocentes, después de pasar la mayor parte de su vida en la cárcel, acaba a las puertas de un juzgado de Baltimore, entre abrazos, sonrisas y declaraciones demoledoras.
Ahora sí este es el principio de su viaje el de esa vida en libertad que llevan soñando desde que hace 36 años un detective y un fiscal coaccionaran a varios estudiantes para que los tres cargasen con el homicidio de Dewitt Duckett. Un chico de 14 años que fue tiroteado cuando iba camino al instituto.
Casi cuatro décadas después se sabe que su verdadero asesino murió hace 17 años y que el motivo que le llevó a matar al adolescente fue porque quería la chaqueta que llevaba puesta. En la taquilla de Alfred Chestnut la policía halló una igual.
Siempre dijo que había sido un regalo de su madre, una anciana a la que hoy se ha abrazado con fuerza. Ninguno mentía.