Clifford y Nathan han pasado toda una vida en la cárcel, 43 años, por un crimen que además de no cometer, otra persona confesó haber sido el autor hace años.
El suceso por el que fueron injustamente condenados ocurrió en 1976, durante un tiroteo murió una persona, Jeannette Williams, la dueña del apartamento que alquilaba Clifford, única relación con la víctima. Las pruebas que les eximían no fueron consideradas y finalmente fueron condenados, uno de ellos a muerte y el otro a cadena perpetua.
Décadas después y tras la revisión del caso por una recién formada División de Revisión de Integridad de Convicción (CIR) de la Oficina del Fiscal del Estado en Florida, ambos hombres serán libres, pero después de haberles robado toda una vida, unos años que ya no volverán.
En declaraciones de la abogada de Clifford a ABC New, aseguraba sentirse “muy feliz y muy triste de que hayan pasado 43 años.”