Todavía hoy las terribles imágenes de la matanza de Bucha siguen provocando un profundo dolor al verlas. El dolor es inimaginable para una familia ucraniana que es de esa ciudad y que ve, desde Getxo, lo que ha ocurrido con su casa.
Vladys no puede reprimir las lágrimas viendo la barbarie en las calles de Bucha. Su familia llegó hace un mes a Getxo y en Bucha la masacre ya había comenzado. Aquellos días, cuando el mundo todavía no conocía lo que estaban sufriendo, ya se vivían imágenes escalofriantes.
Antes de la guerra, Veronika tenía una academia de idiomas junto a su marido. Ella salió con su madre, su hermano y su cuñada. Su marido, como todos los hombres ucranianos, se quedó luchando en el frente. En plena entrevista con Informativos Telecinco el hombre le sorprende con una llamada: sólo le dice que está bien, pero tiene prohibido informarle de su ubicación o de cuál es su misión.
El secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios de la ONU, Martin Griffiths, ha visitado este jueves la localidad ucraniana de Bucha, situada a las afueras de Kiev y escenario de una matanza de civiles descubierta tras la reciente retirada de las tropas rusas.
El máximo responsable de Naciones Unidas, António Guterres, encargó a Griffiths que viajase a Rusia y Ucrania con el objetivo de mediar entre las partes y lograr una mejora de la situación humanitaria en Ucrania, donde más de una cuarta parte de la población ha tenido que abandonar sus hogares.
Griffiths ha recorrido este miércoles la ciudad de Bucha para observar de primera mano la situación en la zona, según fuentes de la organización consultadas por Europa Press.
La ONU ha pedido una investigación independiente para esclarecer los presuntos crímenes de guerra cometidas en zonas como Bucha, después de que parte de los cadáveres fuesen localizados maniatados, con heridas de bala, quemados o en fosas comunes. Aboga por que los responsables rindan cuentas.