Rusia continúa con su movimiento masivo de tropas hacia todo el Donbás, donde los combates se recrudecen por momentos en numerosas localidades. Testigo de esos enfrentamientos ha sido un equipo corresponsal de una televisión china acompaña a un grupo de milicianos en el frente en Donetsk que lucha frente al ejército ucraniano. Vladimir Putin está intensificando los ataques en el Donbás y el Gobierno ucraniano ha hecho un llamamiento para que la población abandone cuanto antes el territorio.
Durante la grabación, el equipo de morteros, que dispara durante 24 horas seguidas, es alertado por los servicios de Inteligencia de que el enemigo ha detectado su posición y van a ser atacados con artillería. Las bombas caen a una distancia entre 10 y 20 metros y obliga a milicianos y periodistas a ponerse a salvo en un búnker.
La OTAN asegura que el Kremlin está ultimando una gran ofensiva inminente. La prioridad de Putin ahora es consolidar los territorios ganados al este y también al sur del país.
En Mariúpol, símbolo de la destrucción, las tropas rusas intentan no dejar huella de la matanza. Ucrania ha denunciado el uso de crematorios portátiles para deshacerse de pruebas que demuestren crímenes de guerra. Mientras, en Kiev continúa el agónico intento por rescatar a civiles de las áreas más castigadas de la ciudad.
Rusia dice que ha destruido cuatro depósitos de combustible de las Fuerzas Armadas de Ucrania en una serie de ataques contra varias ciudades en el marco de la invasión del territorio. Estos depósitos suministrarían petróleo a la zona del Donbás.
El Ministerio de Defensa de Rusia ha indicado así que varios misiles han impactado contra este tipo de depósitos en las ciudades de Mikolaiv, Járkov, Zaporiyia y Chuguev, según informaciones de la agencia de noticias Interfax. El Gobierno ha explicado que estas instalaciones estaban siendo utilizadas por las tropas ucranianas para suministrar petróleo a las fuerzas cerca de las ciudades de Mikolaiv y Járkov, así como a las que se encuentran en la zona de Donbás.