'Kodokushi', la muerte en absoluta soledad que cada vez preocupa más en Japón
Afecta a personas que viven solas y aisladas de entornos sociales
Pueden pasar incluso años hasta que su muerte trascienda
Cada año mueren así entre 8.000 y 26.000 personas en Japón
'Kodokushi' es un término que en japonés significa "muerte solitaria". Las víctimas son personas que viven solas y aisladas de sus entornos sociales. Mueren en sus casas ante la indiferencia de su entorno, que puede tardar semanas , meses o incluso años en enterarse. Este es un fenómeno de que hay registros desde al menos la década de 1970, pero que en los últimos 20 años se ha convertido en un fenómeno que preocupa cada vez más a autoridades y ciudadanos japoneses.
Cada año mueren de esta manera entre 8.000 y 26.000 personas en Japón, según una investigación publicada en 2011 por el instituto NLI. El año pasado, una encuesta de la Oficina del Gabinete japonés reveló que al 50,7% de los mayores de 60 años que viven solos les angustia la posibilidad de terminar así.
MÁS
“La población japonesa sigue envejeciendo y muy a menudo los adultos mayores viven solos, ya que sus cónyuges han muerto y sus hijos viven en otro lugar. Algunos siguen manteniendo contactos sociales, pero otros no, y pueden morir sin que los demás se den cuenta durante semanas", explicó a Infobae Gordon Mathews, profesor del Departamento de Antropología de la Universidad China de Hong Kong.
"En una sociedad con una baja tasa de natalidad y una población envejecida, este problema parece inevitable, aunque creo que los medios de comunicación japoneses le han dado demasiada significación, ya que muchas personas sienten realmente terror a morir solas”, agrega.
La población más envejecida del mundo
Si bien el incremento de la soledad y el debilitamiento de los vínculos familiares y sociales son procesos globales, hay distintas razones por las que se viven con mayor intensidad en la sociedad japonesa. Una de ellas es que tiene la población más envejecida del mundo. La expectativa de vida al nacer es de 84,1 años, una marca superada solo por Hong Kong, donde es 84,6.
Este factor está directamente relacionado con la incidencia creciente de la demencia, que afecta a cerca de 5 millones de japoneses. Esta es la principal razón por la que en los últimos meses cobró notoriedad una versión más impactante del kodokushi: cuando quien muere vive con otra persona, pero su cuerpo pasa igual varios días sin ser descubierto, porque su conviviente no se entera o no está en condiciones de reportarlo. Según el periódico' Mainichi Shimbun', se produjeron al menos 538 casos en Tokio y Osaka entre 2017 y 2019l
“Este fenómeno se hizo notable durante las últimas dos o tres décadas en Japón. La causa principal es el envejecimiento de nuestra sociedad y la disminución de la tasa de natalidad. Las víctimas son típicamente hombres mayores que viven solos en áreas urbanas, como Tokio. Faltan capitales sociales, como la fiabilidad, la reciprocidad y las redes entre los miembros de las comunidades locales. Estamos obligados a reconstruir un sistema social que se ajuste a esta población envejecida”, sostiene Yasuyuki Fukukawa, profesor de la Escuela de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Waseda.
Cada vez más gente vive sola
El kodokushi es el resultado de la combinación de que la edad promedio de la población haya aumentado al mismo tiempo que se debilitaron los lazos familiares. El indicador más fuerte de este proceso es que cada vez más gente vive sola. En 2015, el 35% de los hogares tenían un solo ocupante. A principios de siglo eran el 27%, lo que revela un importante crecimiento en los últimos años.
El aislamiento social extremo se conoce en Japón como hikikomori, traducido como “hacia adentro”. El término se acuñó originalmente pensando en jóvenes que deciden abandonar toda interacción social y pueden pasar meses encerrados en sus dormitorios. Pero también se ve en gente de más edad, que no sale de su casa por nada. Cuando se da en adultos mayores, puede terminar en kodokushi.
Una vieja cultura de tolerancia ante la adversidad, que concibe como una virtud resistir con estoicismo, sin quejarse, lleva a algunas personas a no pedir ayuda a otros ante los problemas. Eso contribuye al retraimiento de quienes prefieren no contar a sus conocidos que están angustiados o sufriendo, porque lo considerarían una muestra de debilidad y una forma de importunarlos.
“Lamentablemente, la muerte solitaria ha ido en aumento en Japón. Aunque no hay una sola causa para ello, se ha señalado el empleo precario, en contraposición al trabajo tradicional japonés de por vida, como causa del creciente número de personas solteras que nunca se casan ni tienen familia. La soledad suele considerarse una cuestión individual, pero en realidad es social, tanto en sus causas como en sus consecuencias", dijo a Infobae Chikako Ozawa-de Silva, profesor del Departamento de Antropología de la Universidad Emory.
"Los estudios epidemiológicos muestran que está asociada con enfermedades cardíacas, cáncer, depresión, diabetes y el suicidio. En términos de mortalidad, la soledad es equivalente a fumar 15 cigarrillos al día, y se está convirtiendo en una pandemia mundial, especialmente en las sociedades industrializadas”, agregó.