Eufórica, sonriente y dispuesta a convencer a los americanos de que han acertado con Joe Biden. Kamala Harris, la vicepresidenta de los EEUU electa, fue la encargada de abrir el discurso de celebración de la victoria de Joe Biden como presidente de EEUU.
De blanco impoluto recordando a las mujeres sufragistas ha lanzado un discurso feminista sin olvidar los temas raciales. Eufórica, ha apostado por hacer justicia, haciendo especial énfasis en las mujeres negras. Cree que su histórica vicepresidenta animará a muchas niñas a creer que su sueño es posible y ha pronosticado que será la primera, pero no será la última vicepresidenta de EEUU, una valentía a la hora de nombrarla que ha agradecido a Biden.
De hecho, Harris, que despierta más furor que Joe Biden entre los jóvenes ha tratado de vender al presidente, con el que tuvo duros debates televisados, presentándolo como el hombre tranquilo, colaborador y firme que EEUU necesita hoy. Un país que ve cómo el todavía inquilino de la Casa Blanca Trump pone en duda los resultados electorales y promete batalla.
Harris ha recordado, en clara referencia a estos días que "la democracia no es un estado, es un acto y no está garantizada", sino que "es tan fuerte como nosotros seamos capaces de defenderla". La vicepresidenta ha hecho un llamamiento a defenderla y ha considerado un paso haber votado por Biden. "Vosotros habéis abierto una nueva era en EEUU. Habéis ido a votar y habéis elegido esperanza, ciencia y verdad. La nación os debe una deuda de gratitud, habéis protegido a la democracia", ha señalado la vicepresidenta, que ha dado las gracias también a los que han contado hasta el último voto de las elecciones. "Habéis elegido a Biden, una persona curadora, que une con mano tendida pero firme".
Harris cree que curar la pandemia y el alma del país es una de sus metas. "Hemos elegido a un líder que el mundo respetará y los niños admirarán, un presidente para todos los americanos".