Yevhen Lysak, jugador ucraniano de balonmano fichado en las filas del Cisne Los Sauces de Pontevedra, se encuentra atrapado en Zaporiyia, su ciudad natal, a dónde se desplazó antes de la invasión rusa de Ucrania. Desde entonces no ha podido regresar a España porque las autoridades no le permiten abandonar el país.
Lysak asegura que desde que comenzó la guerra su familia y él han pasado refugiados la mayor parte del tiempo un búnker cercano tratando de escapar de las bombas rusas. Su temor es que su sueño deportivo se vea truncado por un llamamiento a filas para defender a su patria, algo que podría ocurrir en cualquier momento.
A sus veinte años, su máxima ilusión es llegar a lo más alto en el balonmano español, pero una desafortunada lesión en el hombro le hizo parar y regresar a su país para someterse a una intervención quirúrgica, entonces comenzó la invasión y cuando trató de regresar a España a través de la frontera polaca, las autoridades fronterizas le impidieron el paso obligándole a regresar a Zaporiyia.
Lysak asegura que echa de menos la tortilla y a los amigos que le ofrecen su ayuda para volver a Pontevedra. Él, mientras tanto, sueña con poder volver a vestir la camiseta del club en el que fue feliz antes de que empezara el horror.