El Ejército de Rusia quiere aislar el Donbás del resto de Ucrania. Desde hace días bombardea infraestructuras que permiten la llegada de armas y suministros a estas regiones del este (Donetsk y Lugansk) que se han convertido en el objetivo principal de Vladímir Putin. En Ucrania, dos meses y un día después de la invasión, la situación no mejora.
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se reunía anoche con los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos y les pedía más armas y apoyo. Kiev plantea un alto el fuego para permitir la salida de refugiados, principalmente de Mariupol, pero los ataques no cesan.
Rusia intenta aislar el Donbás del resto de Ucrania desde hace días y lo hace bombardeando infraestructuras como estaciones de tren y ferrocarriles con el objetivo de cortar las vías de suministros y armamentos a la zona.
La región del Donbás es uno de los principales objetivos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, que quiere crear un corredor terrestre entre Rusia y Crimea. En las últimas horas las víctimas en esa región ascienden a cinco.
No obstante, los ataques también continúan en otra zona como son Járkov, Jerson y Mykolaiv. Además, este lunes, Rusia ha atacado infraestructuras en el centro y oeste del país. Concretamente, el presidente de la compañía nacional de ferrocarriles de Ucrania, Olexandr Kamishin, ha informado de un ataque coordinado contra cinco estaciones de ferrocarriles.
"Las tropas rusas siguen destruyendo de forma sistemática la infraestructura ferroviaria", ha dicho Kamishin. "Hay víctimas, estamos determinando los detalles", ha agregado.
Asimismo, ha subrayado que "al menos 16 trenes de pasajeros han quedado detenidos" a causa de estos ataques, sin que Rusia se haya pronunciado por ahora sobre su responsabilidad o el objetivo de los bombardeos.