Un joven de 19 años ha acabado con la vida de otro de 25 tras estrangularlo en la ciudad argentina de Córdoba. Según apuntan diversos medios argentinos como 'TN', los hechos ocurrieron durante la noche del viernes 29 de enero cuando el joven argentino de 25 años intentó robar junto a otro amigo el teléfono móvil del joven de 19 años.
Tras negarse a darles su teléfono, el joven comenzó a pelearse con el presunto ladrón de 25 años mientras se grababa en vídeo con el teléfono móvil que le intentaron robar. En medio de esa pelea, el joven estranguló con sus brazos al presunto ladrón mientras declaraba: "Da la cara, dale. Decí quién sos. La concha de tu madre. ¡Qué vienen a robar estos giles!, si son todos del barrio San Jorge estos caretas. No vale ninguno de estas mierdas, ¡no vale ninguno!".
En las imágenes que compartió en su estado de WhatsApp se puede ver como los dos están tumbado en el suelo mientras el más joven rodea el cuello de la víctima que está a punto de morir por estrangulación. Al parecer y según cuentan los medios argentinos, hasta el lugar llegó una patrulla con dos agentes de Policía que, al ver la escena, llamaron a una ambulancia para que reanimasen al presunto ladrón.
Sin embargo, el joven de 25 años murió tras el ataque del otro hombre antes de que llegasen los servicios médicos. Tras subirlo a su estad de WhatsApp, el presunto asesinó también decidió compartir el vídeo de la agresión en la que se ve cómo muere el joven de 25 años a través de otras redes sociales como Instagram o Facebook.
El joven de 19 años ha sido detenido por la policía argentina acusado de un delito de homicidio. Además, en las últimas horas el caso ha dado un giro ya que el juez encargado del caso de la muerte del presunto ladrón ha ordenado la detención de los dos policías que acudieron al lugar de los hechos. El magistrado considera que los agentes no hicieron nada por salvar la vida del fallecido y les acusa de ser cómplices en el homicidio.
Por su parte, la madre del fallecido ha concedido unas palabras a los medios de comunicación en las que desmiente que su hijo fuese un ladrón y en las que pide que se juzgue tanto al joven de 19 años como a los dos agentes por la muerte de su hijo.