Joe Biden inyecta optimismo al país sumido en una crisis económica por la pandemia de coronavirus. "Estados Unidos está en movimiento de nuevo. Convirtiendo el peligro en posibilidad. La crisis en oportunidad. La adversidad en fuerza". A punto de llegar a los cien días de Gobierno demócrata, el presidente de EEUU propone un plan de rescate con una inversión de 1,7 billones de euros y la creación de miles de puestos de trabajo.
Joe Biden ha reiterado el interés de su Gobierno de aumentar los impuestos a las grandes fortunas para que arrimen el hombro en la reconstrucción del país tras meses de pandemia. El demócrata ha apostado por una fiscalidad justa y la creación de empleos de calidad.
Se trata de "puestos de trabajo bien remunerados que no pueden ser subcontratados", ha argumentado, para añadir que "casi el 90% de los trabajos de infraestructura creados en el Plan de Empleo Americano no requieren un título universitario" y que "el 75% no requiere un título de asociado".
Además, ha agregado que este plan "reconoce algo que siempre he dicho: Wall Street no construyó este país. La clase media construyó este país. Y los sindicatos construyeron la clase media".
Biden ha explicado que para financiar su plan económico, no aumentará "la carga fiscal de la clase media", sino que eliminará "las lagunas jurídicas que permiten que los estadounidenses que ganan más de un millón de dólares al año paguen un tipo más bajo por sus ganancias de capital que el que pagan los estadounidenses que trabajan".
"La Agencia Tributaria tomará medidas contra los millonarios y multimillonarios que hacen trampas en sus impuestos". ""Es el momento de hacer crecer la economía de abajo a arriba y del centro hacia afuera", ha asegurado Biden. "Es hora de que las empresas estadounidenses y el 1% más rico de los estadounidenses comiencen a pagar su parte justa".
A tan solo un día de que, efectivamente, Biden cumpla cien días en el cargo, y en un contexto de medidas extraordinarias de prevención por la pandemia del coronavirus en las inmediaciones, el presidente se ha dirigido a ambas cámaras en un momento que ha marcado historia en el país, con la vicepresidenta, Kamala Harris, y la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sentadas detrás del presidente como las primeras mujeres en ocupar sus respectivos cargos.