La isla de San Andrés, en el caribe colombiano, se encuentra en una situación muy difícil tras el aumento de casos de coronavirus y después de que los dueños de la única funeraria que hay también se hayan contagiado. Según Infobae, al menos siete cadáveres se acumularon.
El gobernador de ese paraíso terrenal, Everth Hawkins, ha señalado que la funeraria está en marcha con un solo operario y que la dueña se contagió y se encuentra en un delicado estado de salud, por lo que "tuvo que ser llevada al continente en avión ambulancia".
Ante esta situación, la Secretaría de Servicios Públicos de la isla tuvo que requerir operadores de otras ciudades para que se encarguen del manejo de los cadáveres. "Estamos cortos de personas que conozcan los protocolos para los embalajes de personas muertas por covid-19 y enterrarlos. Estamos terminando un nuevo horno incinerador para cumplir con los protocolos", precisó Hawkins.
Debido a la alta demanda de víctimas mortales se está construyendo 700 bóvedas nuevas en el cementerio y adquiriendo contenedores fríos. La principal preocupación, en palabras del gobernador, es no dejar que "la gente se pudra, eso propaga más el virus".
Los casos de coronavirus dentro de la isla han aumentado: han pasado de los 115 infectados que había el 31 de agosto a los 293 que se contabilizaban el 15 de septiembre.