Los servicios de Inteligencia de Estados Unidos reconocieron recientemente haber detectado más de un centenar de ovnis, y ahora el esperado informe de los Servicios Secretos y el Pentágono, filtrado esta semana al New York Times, no termina de resolver las incógnitas. Solo ofrece una certeza: esos 120 ovnis grabados a lo largo de trece años no pertenecen a ningún programa secreto militar. Al menos de los Estados Unidos, porque no se descarta que puedan ser experimentos supersónicos de Rusia o China.
En realidad, no se descarta prácticamente nada; ninguna hipótesis, ni siquiera la extraterrestre o cualquiera otra imaginable.
Que una parte de ese informe se mantenga clasificado no hace sino añadir misterio, además de una dosis de suspicacia.
Algunas de las imágenes causan absoluto desconcierto entre los investigadores. Un ejemplo es la que registra un objeto de unos 12 metros, sin ala, que parece rotar como por arte de magia y acelerar de una manera nunca vista antes de desaparecer. Para Dave Fravor, piloto de la Marina Americana, que grabó esas imágenes en 2004, el Objeto Volador No Identificado parecía desafiar las leyes de la física, y está convencido de que lo que vio no es de este mundo.
El propio expresidente Obama confesaba hace unos días en televisión que lo cierto es que no se sabe qué son esos objetos, y que tampoco se pueden explicar sus movimientos.
Así las cosas, y a la espera de nuevos detalles sin desvelar respecto a esos informes… las incógnitas siguen ahí, en el aire.