Los terribles incendios que están arrasando Australia dejan imágenes aterradoras, miles de animales muertos, hectáreas incalculables calcinadas, cientos de vecinos sin casa y las historias de esos héroes que luchan contra la fuerza de la naturaleza para extinguir un fuego que dura ya meses.
Entre los 25 fallecidos que se han cobrado las llamas, está el bombero Andrew O’Dwyer, de 36 años, que deja una niña de un año y una familia rota.
El funeral del Andrew, que se ha celebrado en Sidney, ha dejado la imagen de la esperanza para todos esos australianos que están viviendo los peores meses de sus vidas. La pequeña Charlotte al lado del ataúd y con el casco de bombero de su padre ha enternecido al mundo entero.
La niña, que apenas sabe andar y seguro desconoce todo lo que está pasando, no ha dudado en ponerse el caso que tan orgulloso llevaba su padre, una instantánea que da esperanza a todos para seguir luchando.