Seis muertos, entre ellos una niña de 14 años, al paso de Laura en Luisiana, en Estados Unidos. El huracán ha dejado un reguero de destrucción. Con vientos de más de 200 kilómetros por hora que se han llevado por delante todo lo que encontraban a su paso.
La fuerza de Laura es tal que ha arrasado con todo a su paso. El fenómeno ha causado ya seis muertes a su paso por EEUU, casi todas por caída de árboles. Los ha arrancado raíces de gran tamaño.
Las autoridades advierten de que lo mejor es evacuar o permanecer en casa. Sin embargo, el huracán ha arrasado por completo algunas construcciones en Luisiana.
Algunos aprovechan momentos de calma para trasladarse, como pueden, andando o en barca.
Hemos visto coches y camiones volcados, grandes casas hundidas y estadios convertidos en marismas.
Por si fuera poco, la tormenta ha ocasionado un peligroso fuego químico por el que las autoridades han advertido que “hay que quedarse en casa con puertas y ventanas cerradas”.
Mientras continúan las evacuaciones, la tormenta se dirige hacia el Estado de Arkansas, donde se espera que llegue mucho más debilitada.