La surrealista historia de Malcolm MacDonald, un hombre de 47 años, está dando la vuelta al mundo. Este hombre sufrió una infección sanguínea grave en el año 2010 y su pene quedó totalmente necrosado hasta el punto de que se le cayó.
Tras superar la infección, los médicos le realizaron un miembro artificial en su brazo para después poder trasladarlo hasta la zona del pubis y remplazar así el pene que perdió por la infección. Para realizar este miembro artificial utilizaron un colgajo de piel en su brazo izquierdo.
La creación de ese pene fue todo un éxito y llegó el momento de trasplantar ese miembro a su posición correcta. Sin embargo, en mitad de la operación, los médicos se vieron obligados a detener la intervención debido a la falta de oxígeno en su sangre.
Malcolm MacDonald salió del quirófano con su pene artificial todavía colgando de su brazo. El problema no quedó ahí, sino que esta situación se alargó en el tiempo. Según recoge NYPost, la segunda cirugía para trasplantarle el miembro artificial se retrasó seis años.
Durante esos seis años, el hombre tuvo que vivir con su miembro pegado en el brazo. Malcolm asegura que esta extensión en el tiempo se debió a varios factores como confusiones en la programación, escasez de personal y la pandemia de coronavirus.
Después de toda la espera, a principios de este 2022, los médicos finalmente le realizaron la esperada cirugía, y Malcolm tiene su pene en el lugar adecuado.