Hace dos días Rusia bombardeó un hospital infantil en Mariúpol. Un hecho atroz, uno más de la guerra de Ucrania, que conmocionó al mundo y que el Ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, justificó porque el centro médico no estaba en funcionamiento y por haber sido tomado supuestamente por el "batallón neonazi Azov". Entre las duras imágenes del ataque, hubo una en la que se podía ver a la influencer ucraniana Marianna Podgurskaya, quien a través de sus redes sociales comparte tips sobre productos de belleza.
El la fotografía se ve como Podgurskaya, embarazada, sale de lo que queda del hospital, en el que ella misma se encontraba por su avanzado estado de gestación. La joven aparece con la cara ensangrentada, en pijama, arropada con una manta y portando una bolsa de plástico con sus pertenencias.
La influencer dio a luz al día siguiente, la noche del jueves, según ha informado la periodista Olga Tokariuk. "Recibí una actualización de un pariente de Marianna, una niña embarazada del hospital bombardeado. ¡Anoche a las 10 de la noche, Marianna dio a luz a una niña! Están bien, pero hace mucho frío y los bombardeos no paran", escribió en Twitter. La pequeña lleva el nombre de Veronika.
Una bonita historia la de Marianna y su pequeña, que tuvieron la suerte de salvarse de un bombardeo en el que, según las autoridades ucranianas, hubo al menos tres muertos, entre ellos una niña, y 17 heridos, que se podría haber quedado en eso, si no fuera por el odio de las redes sociales y de los propios 'enemigo' ruso.
Según informa Yahoo News, desde la embajada rusa en Reino Unido, acusan a la joven de aparecer en la instantánea maquillada con sangre para parecer estar herida: "Tenía un maquillaje muy realista", apuntaron. "Además, ella no podía estar en la maternidad en el momento del bombardeo porque el batallón neonazi Azov la tomó durante mucho tiempo y le dijo a todo el personal que despejara el lugar", añadieron.
Algunos usuarios también propiciaron descalificaciones hacia la joven a través de las redes sociales, por haberse prestado a "una sesión de fotos" pagada, para manipular a la opinión pública y transmitir una imagen irreal del conflicto. La activista de derechos humanos Oleksandra Matviichuk denunció este acoso en redes e instó a la gente a enviar mensajes de apoyo a la joven.