La invasión de Rusia se ha ralentizado, pero sigue dejando un conflicto que afecta a millones de personas. La Organización de Naciones Unidas (ONU) ha comunicado que 39.7 millones de ucranianos, el 90% de la población de Ucrania, podría caer en la pobreza si la guerra se alarga. Lo que empezó como una guerra relámpago está transitando hacia una de desgaste. Tres semanas han pasado desde el comienzo.
Las estimaciones de la institución reflejan que el país podría perder 18 años de avances socioeconómicos. Según sus datos, unos 27.3 millones de ucranianos (62%) están en riesgo de caer en la pobreza durante este año. Los 16.7 millones restantes (alrededor de un 30%) lo están en cuanto a vivir por debajo del umbral de pobreza.
Los estragos económicos se notan en las calles de las principales ciudades de Ucrania. En Járcov, bajo el asedio ruso, los refugiados sobreviven con la poca ayuda a la que tienen acceso. A una mujer recién llegada a un centro de acogida, con la mirada perdida, le tiemblan las manos. Un hombre cuenta que los soldados rusos disparaban contra edificios residenciales. La ciudad es inhabitable, sin agua corriente ni electricidad la mayor parte del día.
La escena se repite en otras metrópolis. A unos 100 kilómetros de distancia está la ciudad de Izium. "La gente está muriendo de hambre en los sótanos", explica una mujer acompañada junto a su bebé. En el mismo refugio, una antigua parroquia, otra mujer resopla tras escapar de los disparos. Los voluntarios no se rinden. Reparten medicamentos a las personas ocultas en sus casas. Pero no están exentos de riesgos, en uno de los repartos la metralla atravesó la ambulancia en la que viajaban.