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Corren tiempos para el optimismo sobre el fin de la guerra de Ucrania. El ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, ha asegurado que "está cerca" de obtenerse un acuerdo sobre las garantías de seguridad con Ucrania, según la agencia rusa Interfax. No obstante, Lavrov también ha admitido que las conversaciones con Kiev no son fáciles. Ayer, un asesor de Volodimir Zelenski se atrevió a pronosticar que la guerra duraría como mucho hasta mayo, abriendo la puerta a un acuerdo mucho antes.
"Hay una serie de formulaciones de los acuerdos con Ucrania sobre el estatuto de neutralidad y las garantías de seguridad que están a punto de lograrse", ha dicho Serguéi Lavrov, que considera que están "cerca" de un acuerdo con Ucrania.
Además, ya anoche, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, reconocía que las conversaciones de las delegaciones de ambos países estaban siendo más realistas. Zelenski parece admitir ya publicamente que la entrada de su país en la OTAN no será posible, uno de los requisitos indispensables para el líder de Rusia, Vladimir Putin.
También ayer, un asesor de Volodimir Zelenski, que no forma parte de las delegaciones diplomáticas, se atrevió a pronosticar que la guerra duraría como mucho hasta mayo, abriendo la puerta a un acuerdo mucho antes.
Describió dos escenarios, uno en el que la guerra acabara en semanas y otro en el que las conversaciones de paz se encallaran y Rusia inciara una segunda ofensiva aún más dura para acabar la lucha en mayo. Hoy, va más allá el asesor de la presidencia ucraniana y explica que el posible acuerdo con Rusia implica obligaciones legales claras para prevenir ataques a Ucrania.
Mientras tanto, las bombas caen noche tras noche sobre la población civil, que vive aterrada en búnkeres y sótanos, especialmente en Kiev y Jarkov, donde el resplandor de las bombas se repite noche tras noche. A la vista de los últimos acontecimientos, ni en los hospitales está la gente segura.
Las tropas de Rusia han tomado el Hospital Regional más importante de Mariúpol, otras ciudad que resiste, con 400 rehenes, entre ellos médicos y pacientes. En medio de esta destrucción, según fuentes ucranianas 103 niños han muerto asesinados por Rusia.