Las Fuerzas Armadas de Austria advirtieron el mes pasado sobre un posible gran apagón eléctrico de tiempo indefinido. El Gobierno de Alexander Van der Bellen prevé que este apagón se produzca a partir del año 2025, según informan medios locales. Se trataría de un "riesgo real y muy serio" para todo el territorio europeo.
Un apagón ('blackout' en inglés) conllevaría que semáforos, ordenadores, cajeros automáticos, teléfonos, Internet y muchos otros servicios dejaran de funcionar, lo cual expondría la fragilidad de un día a día cada vez más digitalizado.
Ante este escenario, Yolanda Moratilla, profesora e investigadora de la Cátedra Rafael Mariño de Nuevas Tecnologías Energéticas de Comillas ICAI, analiza el posible gran apagón en Austria y sus consecuencias en Europa. España estaría a salvo, ya que podría ejercer de "isla energética", al estar al final del continente.
"Un apagón en Austria siempre es posible. Harán alusión a alguna falta de inercia del sistema, o algún fallo técnico, o porque puedan llegar a tener sobrecargas precisamente por falta del suministro", explica la especialista de la Universidad Comillas ICAI respecto a las posibles causas de la caída del sistema eléctrico.
"¿Qué podría provocar esto? Toda Europa tiene interconexión y, por tanto, en el momento que cae un país, caen todos. En España es difícil que se produzca, sobre todo con el mix energético que tenemos ahora, que es bastante robusto debido a la presencia de la energía nuclear", subraya Moratilla.
La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera ha afirmado que el suministro de electricidad está garantizado y ha descartado "con rotundidad" el riesgo de que España sufra apagones eléctricos. La dirigente sustentó su aseveración en que la estructura de generación eléctrica en España es "muy potente" y prácticamente duplica la demanda en momentos pico.
La profesora Yolanda Moratilla no es igual de tajante que la ministra Teresa Ribera, pero cree que es muy improbable un apagón en España. "Al estar al final de Europa, siempre podemos cortar ante un problema la interconexión con Europa y quedarnos en isla energética. Esto haría poder aislarnos de problemas de otros países. En nuestro país, con la red eléctrica que tenemos ahora mismo, a no ser que se produjera una catástrofe que hiciera caer el sistema, por cuestiones técnicas es muy difícil", asevera la profesora.
Este escenario apocalíptico, que parece sacado de la ficción, es el argumento que el Ministerio de Defensa de Austria ha usado para enviar un aviso urgente a su población desde inicios de octubre. Incluso brindan recomendaciones desde su página web. El apagón eléctrico afectaría al territorio europeo, según la experta, hasta donde sabe "no hay interconexión entre continentes".
Muchos ciudadanos se preguntan si estamos ante una crisis energética más grave que la de los años 70 del siglo pasado, cuando se produjo una gran explosión de los precios de los productos energéticos.
"En mi opinión, sí que es más grave que la de los años 70, porque la del siglo pasado fue el problema de las guerras, que hicieron que de forma coyuntural no se pudiera extraer petróleo. No se podía suministrar y, por tanto, había falta de petróleo con la consiguiente subida de precios".
"Pero aquí no solo es la falta del suministro de gas o de alguna materia prima estratégica, es una guerra de materias primas en general, no solo de las energéticas, y de forma geoestratégica liderada especialmente por Rusia, que tiene el gas en este momento, y por China, que tiene el dinero y unas amplísimas e ingentes necesidades de materias primas, de todo tipo, que es la que nos está poniendo en jaque al resto del mundo" concluye la experta respecto a la situación de la energía en el planeta.