El duque de Edimburgo, el príncipe Felipe, marido de la reina Isabel II, ha muerto a los 99 años. "Es con gran pesar que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado marido, Su Alteza Real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo", anunciaba este viernes el Palacio de Buckingham en un comunicado.
Tras haber pasado un mes ingresado en el hospital, que abandonó en marzo, el duque de Edimburgo, nacido en la isla griega de Corfú el 10 de enero de 1921, ha fallecido a solo dos meses de cumplir los cien años.
Su fallecimiento ocurre en mitad de dos hechos históricos, la pandemia de coronavirus y las tensiones en la familia real británica tras la entrevista de Harry y Meghan.
Por ello, debido a la pandemia, el Ejecutivo de Londres ha pedido al pueblo que continúe cumpliendo con las restricciones en vigor por el coronavirus y que no se congregue frente al palacio de Buckingham, residencia oficial de la Reina Isabel II en Londres, ni ante el Castillo de Windsor, donde murió hoy el príncipe Felipe a los 99 años.
"Aunque se trata de un momento extraordinariamente difícil para muchos, pedimos a la gente que no se reúna en las residencias reales y que continúe siguiendo las recomendaciones sanitarias, sobre todo para evitar grandes grupos y minimizar el transporte", señaló un portavoz del Gabinete.
Según un comunicado, el Gobierno está "apoyando a la Casa Real al pedir que no se dejen tributos florales en las residencias reales en este momento".
El cuerpo de Felipe de Edimburgo permanecerá en el castillo de Windsor residencia de la familia real cerca de Londres, hasta que se celebre su funeral en la adyacente capilla de San Jorge, cuya fecha todavía no se ha anunciado.
En línea con los deseos expresados por el duque, no será una ceremonia de Estado y no estará precedida de un velatorio público. Además, la situación sanitaria provocada por la covid-19 desaconseja todo tipo de acontecimiento masivo.
Salvas de cañón en algunas de las principales ciudades del Reino Unido, Gibraltar y navíos militares británicos en alta mar rinden tributo este sábado al príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II-
A partir de las 11.00 GMT, se dispararán 41 series de salvas en localidades como Londres, Edimburgo, Cardiff y Belfast, así como desde los destructores HMS Diamond y HMS Montrose, detalló el Ministerio de Defensa.
El duque de Edimburgo, marido de la soberana británica durante 73 años, sirvió en la Marina Real británica durante la Segunda Guerra Mundial y ocupó el cargo ceremonial de lord gran almirante al frente de ese cuerpo.
El padre del heredero de la Corona, el príncipe Carlos, tuvo otros tres hijos junto a Isabel II además del príncipe de Gales, nacido en 1948: la princesa Ana (1950), el príncipe Andrés (1960), y el príncipe Eduardo (1964).
Venía de una familia tradicional de la realeza europea: su padre fue el príncipe Andrés de Grecia y Dinamarca, y su madre, la princesa Alicia, era bisnieta de la reina Victoria.
El príncipe Felipe muere tras haberse convertido en el consorte monárquico más longevo de la Corona británica, con más de setenta años junto a la reina Isabel II.
En su último ingreso fue sometido a una intervención quirúrgica en el hospital londinense de St Bartholomew's para tratar una "dolencia cardíaca preexistente".
El pasado 16 de marzo recibió el alta hospitalaria y regresó al castillo de Windsor, al oeste de Londres, para reunirse allí con su mujer.
Las imágenes del duque, visiblemente fatigado, en el vehículo del que salió del hospital son las últimas que se vieron de él en público antes de su fallecimiento.
Los máximos representantes institucionales en el Reino Unido lamentaron su muerte de inmediato, incluido el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, quien dijo que el duque de Edimburgo "inspiró" y se ganó el "afecto" de varias generaciones de británicos.
Su papel como miembro de la familia real ha contribuido durante décadas a que la monarquía británica "se mantenga como una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional", afirmó el jefe de Gobierno en un discurso frente a su residencia oficial de Downing Street.
Mientras, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer, expresó que con la muerte del duque se ha perdido a "un extraordinario servidor público".
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, manifestó su "tristeza", y transmitió sus "profundas condolencias" a la reina Isabel II y a la familia real británica.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, primado de la Iglesia de Inglaterra, expresó en un comunicado su pesar por la muerte del duque y resaltó su "extraordinaria" vida dedicada al servicio público.