Las tensiones en la Casa Real más de un mes después de la devastadora entrevista que concedieron los duques de Sussex. La relación entre el príncipe Harry y la familia real parece haber entrado en un punto de no retorno.
Según recoge el medio local Daily Star, tras las acusaciones hacia su propia familia por el mal trato recibido, Harry está esperando que la casa real se pronuncie con una disculpa hacia su mujer Meghan.
Según este medio, el duque de Sussex no parece estar dispuesto a dejar atrás este conflicto hasta que no haya un paso adelante de su propia familia con un perdón por el trato poco cordial hacia su esposa y madre de su hijo. Hasta que ese perdón no llegue, no podrá superar las tensiones con su familia.
Poco después de que saliera a la luz la dura entrevista de los duques, la Casa Real se pronunció mostrando su preocupación por las acusaciones de racismo vertidas sobre la institución. "Toda la familia se ha entristecido al conocer todo el alcance de lo desafiantes que han sido los últimos años para Enrique y Meghan", lamentaba el Palacio de Buckingham en un comunicado firmado por la reina Isabel II.
"Los asuntos tratados, particularmente el del racismo, son preocupantes", agregaban, subrayando que estas aseveraciones deben tomarse "muy en serio" y deben ser abordadas por la familia "de forma privada". "Enrique, Meghan y Archie siempre serán unos miembros de la familia muy queridos", concluían.
Una preocupación que no parece haber sido suficiente para el príncipe Harry, que necesita una disculpa clara.
Una de las revelaciones más impactantes de la entrevista fueron las conversaciones sobre supuestas "preocupaciones" por el color de la piel del hijo de los duques, Archie, puesto que Markle es birracial. Winfrey matizó horas más tarde que ni la reina Isabel II ni su marido, el príncipe Felipe, hablaron nunca con la pareja sobre el color de la piel del bebé.
En contra de la opinión de su hermano, el príncipe Guillermo dio la cara después de la entrevista para asegurar que la familia real británica "no es racista". "No somos una familia racista", aseveraba el duque de Cambridge, en declaraciones a los medios.
Entre otros temas, Enrique y Meghan Markle abordaron el racismo, la salud mental y el tratamiento que les han dado los medios de comunicación y otros miembros de la familia real británica.