Fitzgerald, el preso que violó y asesinó al peor pedófilo de Reino Unido sonríe al ser declarado culpable
Paul Fitzgerald violó y asesinó al pedófilo para que sintiera lo mismo que sus víctimas
El acusado fue condenado a cadena perpetua
Un jurado del Tribunal de Hull, en Yorkshire, Inglaterra, ha declarado culpable a Paul Fitzgerald del asesinato de Richard Huckle, "el peor pedófilo" del Reino Unido que abusó de casi 200 niños. Fitzgerald sonrió al escuchar la condena. El juez lo ha calificado de psicópata.
Paul Fitzgerald ha sido condenado a cadena perpetua con una pena mínima de prisión de 34 años.
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Este preso, de 30 años, mató a Huckle, de 33, por lo que ha llamado “justicia poética”. Dijo que quería hacerle sentir lo que sintieron sus casi 200 víctimas, menores. Por eso lo violó y estranguló hasta matarlo en la prisión de Pocklington, el 13 de octubre del año pasado.
Fitzgerald le dijo a Huckle que solo quería retenerlo para que lo mandaran a una unidad de alta seguridad y le prometió que no le lastimaría si guardaba silencio.
Una muerte atroz
Fitzgerald ya estaba en la cárcel por delitos sexuales. A Huckle lo violó con un utensilio de cocina, le metió un bolígrafo en la nariz hasta llegarle al cerebro y lo estranguló con un cable eléctrico. El fallecido tenía señales de haber recibido golpes en la cara y los riñones y una puñalada en el cuello.
El condenado explicó en el juicio que hacía una semana que había decidido matar a Huckle y que se “había divertido demasiado”. Por eso había planeado matar a otros presos.
"Este caso involucra una conducta sádica. Estoy seguro de que tomó la decisión consciente de matarlo y cometió un asesinato a sangre fría", ha señalado el juez en declaraciones recogidas por la prensa local.
“Usted es un psicópata que siente placer al imaginarse torturar, violar, matar e incluso comerse a otros", ha añadido el juez mientras el condenado sonreía.
Inicialmente Fitzgerald había negado las acusaciones, excusándose en sus problemas mentales. Los psiquiatras que declararon en el juicio dijeron que el paciente sufría de trastornos de conducta desde una temprana edad, un trastorno de personalidad y de identidad de género.
Huckle, la víctima esta vez, fue condenado en 2016 a 22 cadenas perpetuas por violar a 191 menores de entre 6 meses y 12 años. A todas sus víctimas vivían en los orfanatos de Malasia y Camboya, donde fue voluntario.