Considerado como una eminencia en el vasto y complejo campo de la epidemiología, Michael Osterholm, quien ha estado aconsejando sobre la pandemia al equipo del presidente de EEUU, Joe Biden, durante su transición al poder, lanza ahora una advertencia que vuelve a activar todas las alarmas en Estados Unidos y pone sobre aviso a todos aquellos que, como España, aguardan a la evolución de las nuevas variantes del coronavirus que han surgido en los últimos meses: “Ese huracán está llegando”, ha dicho el epidemiólogo en una entrevista concedida a NBC en la que alerta de que EEUU podría ver un importante incremento de contagios entre las próximas “seis o catorce semanas” gracias a la expansión y propagación de variantes como la descubierta en Reino Unido.
A su juicio, viendo el incremento de las hospitalizaciones en el país dirigido por Boris Johnson, en Estados Unidos podrían estar esperando “algo que no hemos visto todavía”; una tromba de contagios que pondría nuevamente al límite a un país que ya corona, y con mucha distancia, la aciaga lista de los países más afectados por la pandemia. Concretamente, EEUU registra ya más de 26 millones de casos y más de 442.000 muertes por covid-19, según datos de la prestigiosa universidad de medicina Johns Hopkins.
En esta situación, la propuesta del experto epidemiólogo es priorizar absolutamente la administración de las vacunas contra el coronavirus, pero cambiando la estrategia: apuesta por trabajar poniendo el foco primero en que se administre la primera dosis cuanto antes a tantas personas como sea posible. Y especialmente entre los más vulnerbales.
“Aún queremos administrar dos dosis a todo el mundo, pero creo que ahora mismo, ante este escenario de aumento (de los contagios), necesitamos administrar tantas primeras dosis en la mayor cantidad posible de personas mayores de 65 años como se pueda”. Todo ello, dice, con el objetivo de intentar “reducir los casos más graves de la enfermedad y las muertes que se van a producir en las próximas semanas”.
Ello, sostiene, se fundamenta en los estudios que se han realizado apuntan a que, aunque el protocolo dicta la administración de dos dosis espaciadas entre varias semanas, para obtener así la máxima eficacia, una primera dosis también proporcionaría una protección significativa.
"Si conseguimos administrar un buen número de primeras dosis en la población, particularmente de 65 años y más mayores, podemos reducir mucho el número de enfermedad grave y de muertes”, insiste.
De no hacerlo, ese huracán que “está llegando”, advierte, será de “categoría 5” y golpeará tan fuerte que será demasiado tarde para escapar de él.