Crece la preocupación por el denominado síndrome multisistémico inflamatorio pediátrico (MIS-C), el cual parece estar relacionado directamente con la covid-19, tal como expresan distintas autoridades sanitarias, preocupadas por sus efectos en la población más joven.
Concretamente, en Estados Unidos, país que lidera el aciago ranking de los países más afectados por la pandemia, –con más de 26 millones de contagios y más de 442.000 fallecidos, según datos de la prestigiosa universidad de medicina Johns Hopkins–, ya se contabilizan al menos 26 muertes asociadas al MIS-C. El último deceso se registró en Carolina del Sur, tal como informa el medio local Washington Times, que precisa, no obstante, que el número total de casos con síndrome multisistémico inflamatorio pediátrico que se han podido constatar hasta el momento son un total de 1.600. Así lo recoge el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU.
Los principales síntomas asociados al MIS-C son fiebre, dolor abdominal, vómitos, diarrea, dolor de cuello, sarpullidos, conjuntivitis y cansancio. De acuerdo a la Asociación Española de Pediatría, “el síndrome "muestra rasgos clínicos y analíticos similares a los observados en la enfermedad de Kawasaki (EK), el síndrome de shock tóxico (SST) o síndromes de activación macrofágica (SAM)”, y el cuadro que provoca puede evolucionar de forma grave, “incluyendo en ocasiones miocarditis y shock cardiogénico”, precisando “a menudo, ingreso en cuidados intensivos”.
Según la doctora Anna Kathryn Burch, en declaraciones recogidas por Washington Times, la mayoría de los niños o adolescentes que contraen la covid-19 no sufren este síndrome, y si lo tienen suele pasarse de forma leve. Sin embargo, hay al menos dos puntos que lo hacen muy preocupante: el primero, que los niños pueden ser asintomáticos con covid-19 y aun así desarrollar el síndrome inflamatorio. El segundo, que en los casos en que el MIS-C se desarrolla desembocando en un caso de riesgo provoca que algunos órganos y tejidos se inflamen de gravedad, pudiendo afectar al corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, los riñones, el cerebro, los ojos, la piel o el sistema digestivo. Por eso, también, los signos y los síntomas, como informa el portal Mayo Clinic, dependen de las áreas del cuerpo que hayan sido afectadas.
El aumento de los contagios en EEUU está multiplicando también la aparición de casos con este síndrome. En Carolina del Sur, donde se ha registrado el último, vinculado a un joven de 17 años que lamentablemente acabó falleciendo, ya se han notificado un total de 46 casos.
“Debemos estar preparados para la desafortunada posibilidad de que más niños se vean afectados por el MIS-C”, ha dicho recientemente Brannon Traxler, director de salud pública del Departamento de Salud y Control Medioambiental de Carolina del Sur, ante la nueva oleada de contagios.
Mientras, en Florida, ya en 2020 inauguraron específicamente una sala de UCI para atender exclusivamente a los niños con este síndrome.