La guerra lleva acarreado la tragedia humanitaria. Los refugiados que han podido ya salir de Ucrania superan el 1 200 000, la mitad son niños. La mayoría lo sigue haciendo por la frontera polaca donde siguen recibiendo las muestras de solidaridad de los ciudadanos polacos.
Polonia ha recibido más de 106.000 refugiados ucranianos. Sin embargo, en estos diez días de guerra hasta el país polaco han llegado 659.000 del 1 200 000 personas que han abandonado Ucrania por sus distintas fronteras con otros países europeos. El drama y la tensión se vive en todas las fronteras donde la mitad de los refugiados que llegan son niños.
Entre los refugiados que huyen de Ucrania se encuentran tantos niños que varios medios ya lo están llamando 'el éxodo de los peluches'. Las autoridades polacas han habilitado un centro comercial que estaba abandonado en la ciudad de Przemysl para dar cobijo a todos aquellos ucranianos que llegan al país. Allí pasan las gélidas noches ya que el termómetro está llegando hasta los tres y cuatro grados bajo cero. Este centro comercial se encuentra al límite de su capacidad y las autoridades ya avisan de su futuro y próximo colapso.
Los refugiados ucranianos llegan en coche, en autobús, con la mirada perdida y mucha incertidumbre sobre el futuro. Bajo la nieve, recuperan fuerzas para continuar su éxodo que, también, es constante en las carreteras cercanas a Moldavia. Sin embargo, algunas familias abandonan su coche para seguir su huida a pie.
Por su parte, la Policía de fronteras se ofrece a ayudarlos con el equipaje para llegar a la frontera. La solidaridad ha llevado a voluntarios a viajar desde Girona en autocaravana para poder sacar a dos familias de refugiados ucranianos. Ellos no son los únicos ya que cientos de voluntarios se movilizan en toda Europa para sacar a más personas de esta pesadilla en la que Vladímir Putin los ha dejado atrapados.