El Gobierno de Estados Unidos ha dado orden de evacuación para los más de 400 pasajeros estadounidenses del crucero 'Diamond Princess', ahora mismo bajo cuarentena por el coronavirus en el puerto japonés de Yokohama, para que completen otros 14 días de aislamiento en su país.
"Estamos profundamente agradecidos con la línea de cruceros y el gobierno de Japón por trabajar con tanta diligencia para contener y controlar la propagación de la enfermedad", han trasladado a través de un comunicado de la Embajada de EE.UU. "Sin embargo, para cumplir con las responsabilidades de nuestro gobierno con los ciudadanos estadounidenses bajo nuestras reglas y prácticas, así como para reducir la carga sobre el sistema de salud japonés, el Gobierno de EE.UU recomienda, por precaución, que los ciudadanos estadounidenses desembarquen y regresen a Estados Unidos para un mayor seguimiento".
El número de positivos a bordo ha alcanzado los 218 casos. La epidemia del coronavirus ha obligado a las más de 3.000 personas que viajaban en el crucero, entre pasajeros y tripulación, a permanecer en cuarentena. Llevan más de diez días confinados en una "prisión flotante".
El avión llegará a Japón el domingo por la noche. Los pasajeros serán examinados para detectar síntomas y luego llevados en autobús a la aeronave. "Estamos trabajando con nuestros aliados japoneses para garantizar que los pasajeros sintomáticos reciban la atención necesaria en Japón si no pueden abordar el vuelo", según la Embajada.
Hasta el momento, 218 pasajeros y tripulantes a bordo del barco han dado positivo por el virus, de las 713 personas que han sido examinadas. Había 2.666 pasajeros y 1.045 tripulantes a bordo del barco cuando fue puesto en cuarentena, pero los que tenían el virus han sido evacuados gradualmente a hospitales en todo Japón.
El crucero comenzó su cuarentena el pasado 5 de febrero y en principio debería terminar el 19, pero la certeza del plazo se ha vuelto más difusa, conforme se han expandido los nuevos casos de coronavirus a bordo, después de que se constatara la primera infección de un pasajero que desembarcó en Hong Kong.