Cuando se cumplen 34 días de guerra en Ucrania, comienza en Estambul una nueva ronda de negociaciones presenciales. Por primera vez, con esperanzas reales de poder llegar a un acuerdo. Rusia y Ucrania habrían acercado posturas. Moscú podría abrir la puerta a la entrada de Ucrania en la Unión Europea. Kiev estaría dispuesto a aceptar su neutralidad y a alcanzar un compromiso sobre el Donbás.
A las puertas de un nuevo encuentro entre Rusia y Ucrania, el presidente de esta última, Volodimir Zelenski pide más armas y más paquetes de sanciones.
No obstante, hay muchas esperanzas puestas en la reunión de hoy entre ambos países. Moscú se plantea permitir la entrada de Ucrania en la Unión Europea y, por su parte, Kiev renunciaría a su ingreso en la OTAN.
Un tira y afloja diplomático, que podría romperse con los rumores de envenenamiento de Roman Abramovich. El oligarca ruso y dos miembros de la delegación ucraniana tuvieron síntomas compatibles con un envenenamiento mientras negociaban en Kiev.
Para la inteligencia norteamericana todo podría deberse a factores ambientales. Pero, el ministro de exteriores de Ucrania recomienda a cualquiera que trate con Rusia “que no coma ni beba nada”.
Y aunque no se retracta, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, matiza sus declaraciones sobre Vladimir Putin y dice que no se refería a derrocar a su homólogo.
Mientras tanto, por primera vez en 34 días, llegan imágenes del horror de la guerra a los televisores rusos. Incluso con el pijama del hospital, se intuyen las amputaciones de sus militares en silla de ruedas. Todos puestos en fila para recibir las medallas al valor y al coraje en el campo de batalla.