Continúan las protestas contra las restricciones para tratar de frenar el coronavirus y contra las vacunas en puntos del planeta en los que pueden contar con las dosis necesarias para salvar vidas; mientras que en otros, como África, siguen llegando demasiado despacio. Desde los organismos internacionales se llama permanentemente la atención sobre la necesidad de extender cuanto antes la vacunación a los países menos desarrollados para cortar los contagios.
Más de la mitad de la población mundial, un 54%, ya ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra la covid-19. A pesar de que los gobiernos tratan de acelerar la inmunización, los resultados según países son muy desiguales. El mapa de la vacunación global nos da una idea del abismo.
Son unos pocos los estados han alcanzado el ratio de 200 dosis por 100 habitantes. Entre ellos, España y Portugal. Superan el ritmo de vacunación de buena parte de Occidente, Asia y América, incluido Estados Unidos.
Por contra, en la mayoría de África apenas se alcanzan las 40 dosis por 100 habitantes. No llega al 6% el porcentaje de población del Tercer Mundo con mínimo un pinchazo, apenas un 3% en el caso de Nigeria. Es el ejemplo extremo de las brechas respecto a las primeras naciones de una lista, liderada por Emiratos Singapur y Cuba, y en la que España ocupa el noveno lugar, con un 82% de inoculados con al menos una dosis.
No obstante, las marcas son insuficientes sin refuerzo. El espejo es Israel, primer país en vacunar a su población; y el primero que, allá en julio, empezó con su campaña de dosis recordatorias, un ejemplo que ahora otros países están siguiendo apresuradamente ante la nueva ola.