Un escándalo alrededor del proceso de vacunación de la covid19 estalló este viernes en Argentina después de que se conociera que varias personas se vacunaran contra dicha enfermedad de manera privilegiada, por lo que el presidente, Alberto Fernández, pidió la renuncia al ministro de Salud.
Horas más tarde, el ya exministro Ginés González García hizo pública su dimisión a través de una carta, y el Gobierno argentino confirmó que la hasta ahora la viceministra de Salud, Carla Vizzotti, será quien le sucederá a cargo de la cartera de Salud y asumirá el puesto este sábado.
González García asumió la "responsabilidad por la equivocación" sucedida y consideró que lo ocurrido es un "malentendido", pero reafirmó que "las personas vacunadas pertenecen a los grupos incluidos" en las campañas vigentes.
El exministro, cercano a Fernández, apuntó además a que hubo una "confusión involuntaria" por parte de su "secretaría privada" al citar a esas personas mientras él estaba fuera de Buenos Aires.
El escándalo se originó a raíz de que el periodista y titular del organismo Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Horacio Verbitsky, de 79 años, diera a conocer en el programa de radio en el que intervenía de manera regular que se había vacunado dentro de las instalaciones del Ministerio de Salud tras hablar con su "amigo" González García.
"Llamé a mi viejo amigo Ginés González García, a quien conozco desde mucho antes de que fuera ministro, y me dijo que tenía que ir al Hospital Posadas. Cuando estaba por ir, recibí un mensaje de su secretario, que me dijo que iba a venir un equipo de vacunadores del Posadas al Ministerio, y que fuera al Ministerio a darme la vacuna", reveló Verbitsky a radio El Destape.
Después de esas declaraciones en las que revelaba que fue vacunado sin seguir los canales oficiales para ello, empezó una polémica en las redes sociales, donde multitud de personas repudiaron las palabras de Verbitsky y la llamada vacunación vip a la que recurrió.
Diversos medios de comunicación indicaron que existe una lista de otras personas cercanas al poder que también utilizaron sus privilegios a la hora de vacunarse, aunque hasta el momento solo un diputado ha confirmado haberse vacunado por medios alternativos al oficial con dosis del preparado ruso Sputnik V.
Se trata del legislador pro gubernamental Eduardo Valdés, de 62 años, quien justificó en la emisora Radio con Vos que se vacunó en el Ministerio de Salud "de acuerdo a un protocolo, a una invitación". Según explicó, el presidente le incluyó en una comitiva oficial para viajar a México la próxima semana y por ese motivo le "citaron".
El escándalo se conoció apenas un día después de que la provincia de Buenos Aires, donde se encuentra el hospital mencionado, fuera la primera en desplegar el operativo de vacunación contra el coronavirus para los mayores de 70 años, tras más de mes y medio en el que solo se vacunó al personal de salud en todo el país.
Ambas personas confirmaron que les inyectaron la vacuna dentro del Ministerio y no en un hospital, como debió haber sido por el protocolo argentino.
Por lo que respecta a Verbitsky, que en su juventud militó en la guerrilla Montoneros (izquierda peronista), tiene una larga trayectoria en los medios de comunicación, reconoció hoy que hace unos meses dijo que "prefería esperar un tiempo" antes de vacunarse, pero que finalmente decidió hacerlo y por ello contactó a su "viejo amigo" el ministro.
El director del programa El Destape, Roberto Navarro, indicó en su cuenta en Twitter que decidió prescindir de Verbitsky de ahora en adelante, mientras que los trabajadores del CELS rechazaron en un comunicado en sus redes sociales "esta o cualquier otra acción o privilegio" por parte de su presidente, al tiempo que expresaron que Verbitsky fue vacunado "fuera del sistema establecido, a través de una cadena de favores".
Desde la mayor coalición opositora argentina, la diputada de Juntos por el Cambio Graciela Ocaña dijo en Twitter que la renuncia de González García "no alcanza" y pidió la renuncia de "todos los secretarios" de la cartera de Salud porque "conocían la existencia del 'vacunatorio' vip".
En declaraciones televisivas, Ocaña, que antes de ser opositora al peronismo fue ministra de Salud con Cristina Fernández (2007-2015), adelantó que este caso puede dar lugar a una "denuncia penal" por "tráfico de influencias".
Por su lado, la presidenta de Propuesta Republicana, uno de los partidos que forman Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, añadió que "los K (kirchneristas) usan la vacuna para beneficio propio y lo hacen público para reírse de todos". "Son una oligarquía que se apoderó de un presidente incapaz. Nuestro repudio más enérgico y una seria impugnación a un ministro impotente que debe renunciar", expresó Bullrich.
Hasta ahora, Argentina -con unos 45 millones de habitantes de los que 7,2 millones son mayores de 60 años- ha recibido 1,22 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V (mitad del primer componente y mitad del segundo), lejos de los 5 millones previstos inicialmente para enero y de los 14,7 millones firmados para febrero. Esta semana llegaron al país 580.000 dosis de la vacuna del Instituto Serum, de India, gracias a la tecnología de AstraZeneca y la Universidad de Oxford.