Las imágenes disparan el pulso cardiaco con solo contemplarlas. Un escalador suizo ha subido una pared vertical de más de 500 metros de los montes Dolomitas sin ningún tipo de protección.
Sin cuerdas, sin arnés de sujeción y sin miedo a perder la vida en un mal paso, inició su ascenso a la gran cima en un canto al riesgo máximo.
Con los límites de la resistencia humana en cada aliento y la imponente estampa de los tres cimas de Lavaredo, la cuna y la tumba del alpinismo extremo, este ‘hombre araña’ de las rocas se ha enfrentado a la verticalidad más absoluta. Y todo en una lucha contra el tiempo; en un afán de marcar un récord. Dani Arnold, de 35 años, tenía que darse prisa, y ha logrado subir 550 metros en 46 minutos y 30 segundos; una subida exprés a uno de los más míticos techos de los Alpes.