En Alemania, un joven ha muerto tras permanecer tres años en estado vegetativo víctima de un envenamiento por parte de un compañero de trabajo. El hombre introducía mercurio en la comida de sus compañeros. Está condenado a cadena perpetua por tres intentos de homicidio, y se investigan doce casos más.
El acusado aprovechaba los descansos del trabajo en una fábrica de Alemania para intoxicar a sus compañeros. Llenaba entonces sus bocadillos y sus bebidas con mercurio. Fue uno de ellos el que vio unos extraños polvos blancos en su comida y consiguió que pusieran cámaras de seguridad para ver qué estaba pasando.
Así fue como pillaron en 2017 a Klaus, de 58 años, que llevaba tiempo envenenando a sus compañeros. Tras su detención, fue juzgado y condenado a cadena perpetua por tres intentos de homicidio.
Uno de los compañeros de Klaus, que llevaba tres años en estado vegetativo por los daños causados por el mercurio, acaba de fallecer con solo 27 años de edad. Otros dos empleados han sufrido importantes daños renales, daños irreparables.
Desde que se destapó el caso, la policía alemana comenzó a analizar la muerte de una veintena de trabajadores de la fábrica por si pudieran estar relacionadas. Doce de esos casos todavía se investigan.