Una jueza del Bronx, en Nueva York (EEUU), ha dado la razón a los familiares de Claribel Oppenheimer, una mujer de 79 años, que presentaron una demanda por negligencia contra el cementerio Evergreen, en Brooklyn, tras presenciar horrorizados el entierro que tuvo la mujer.
Los hechos ocurrieron el 24 de junio cuando los trabajadores del cementerio trataron de introducir el ataúd en una tumba demasiado pequeña, según publica el New York Post citando a la demanda presentada por los familiares de Claribel Oppenheimer en la Corte Suprema del Bronx.
Al ver que no cabía en el hueco excavado, “empujaron, levantaron y bajaron el ataúd una y otra vez para tratar de meterlo en el suelo”, reza la demanda. Como consecuencia, el ataúd quedó atascado en la tumba y la tapa se abrió frente a los familiares que asistieron al entierro.
Finalmente, lograron desatascar el ataúd y situarlo en el césped durante una hora hasta que hicieron más grande la tumba con una retroexcavadora. En esos momentos, denuncian, los trabajadores se gritaban entre ellos y también a los familiares, a quienes pedían que se apartasen.
El trato brusco del ataúd llegó a mover el cadáver de la mujer, que perdió la posición en la que estaba colocado inicialmente.
El conjunto de circunstancias fue un insulto al dolor de la familia de Claribel Oppenheimer, tal y como afirma su abogado Eric Rothstein. Por ello, recibe complacido el dictamen de la jueza, que considera que el cementerio violó el derecho de los familiares a encontrar consuelo en el entierro de su madre al ocuparse indebidamente del cuerpo.
No obstante, continúan a la espera de que la justicia determine la indemnización que tendrá que pagar el cementerio por daños a los familiares.