El asalto al Capitolio por parte de partidarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un intento por impedir que el Congreso ratificara la victoria de Joe Biden, ha marcado un auténtico punto de inflexión en la historia de la nación. Tan grave y bochornoso ha sido el golpe sufrido por la democracia norteamericana que numerosos congresistas, con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, al frente, han pedido ya aplicar la enmienda 25 de la Constitución para forzar la destitución de Trump. Se trata de un mecanismo que prevé cambiar al presidente en caso de no estar capacitado para cumplir con su cargo.
La enmienda 25 está vigente desde febrero de 1967 y abarca la inhabilitación del presidente, así como el proceso de sucesión también en caso de fallecimiento o dimisión. El asesinato del presidente Kennedy en 1963 el que propició esta modificación de la Constitución. De las cuatro secciones que tiene esta enmienda, es la cuarta la que se invoca en este momento, después de que Trump instigara los actos violentos con sus constantes mensajes sobre un posible fraude electoral.
La sección cuarta contempla la posibilidad de apartar a un presidente por su incapacidad de cumplir "con los poderes y deberes de su cargo", y cuando este, además, se niegue a echarse a un lado. La iniciativa, en todo caso, debe partir del vicepresidente o de la mayoría del Gabinete, algo que no parece sencillo de lograr. Si el presidente no lo acepta, hará falta que dos tercios de la Cámara de Representantes y del Senado voten a favor de la destitución de Trump y, por tanto, de que el vicepresidente Pence se convierta en presidente.
La enmienda prevé que en caso de fallecimiento, dimisión o destitución del presidente, el vicepresidente toma el poder, por lo que, en caso de prosperar, Mike Pence se convertiría en presidente del país, aunque solo hasta el próximo 20 de enero, cuando Joe Biden asumirá oficialmente la presidencia.
Además, el nuevo presidente tendría que nombrar un vicepresidente, que deberá ser aprobado por mayoría tanto por la Cámara de Representantes como por el Senado.
Sin embargo, la historia de la Enmienda 25 deja claro que está destinada a casos en los que un presidente está incapacitado y no puede servir, como una enfermedad física o mental. Y hay fuertes argumentos de que Trump no está tan incapacitado como para hacerle no apto para el cargo.
Hay otra forma de destituir a un presidente de su cargo: el impeachment (juicio político). Y esta es la fórmula que Pelosi ha amenazado con utilizar si Pence o el Ejecutivo no actúan. El 'impeachment 'es un proceso que comienza en la Cámara de Representantes, la cámara baja del Congreso, que presenta cargos de que un presidente participó en un "delito grave o delito menor", similar a una acusación en un caso penal.
Si una mayoría simple de los 435 miembros de la Cámara aprueba presentar cargos, conocidos como "artículos de impeachment", el proceso se traslada al Senado, la cámara alta, que celebra un juicio para determinar la culpabilidad del presidente. La Constitución requiere un voto de dos tercios del Senado para condenar y destituir a un presidente.
Trump ya fue acusado previamente por la Cámara de los Estados Unidos liderada por los demócratas en diciembre de 2019 por cargos de abuso de poder y obstrucción del Congreso derivados de sus esfuerzos por presionar a Ucrania para que investigue a Joe y Hunter Biden. Fue absuelto por el Senado liderado por los republicanos en febrero de 2020.
Trump probablemente podría ser acusado de fomentar la sedición o un intento de derrocamiento del gobierno de Estados Unidos. Pero también podría enfrentarse a un delito más general: deslealtad a la Constitución de Estados Unidos y no cumplir con su juramento. El Congreso tiene discreción para definir un delito grave y un delito menor y no se limita a los delitos penales reales.
Pelosi lo tiene claro y ha pedido a Pence que invoque la 25ª enmienda para destituir a Trump. "Al llamar a este acto sedicioso, el presidente ha cometido un asalto indecible a nuestra nación y a nuestro pueblo", ha censurado Pelosi en una rueda de prensa.
La primera en invocar la 25ª enmienda fue la congresista Angie Craig, representante por Minnesotta, quien aseguró públicamente que el presidente "no debería cumplir un día más en el cargo", y animaba "a los miembros de su gabinete a que invoquen la 25ª Enmienda y lo destituyan". Con ella, llegaron peticiones similares de otros congresistas y de personalidades famosas.