Los cuerpos de Ana María Sierra Barragán y su hija Estrella Isabel Flores Sierra, han sido encontrados en Morelos, en México. Las mujeres llevaban desaparecidas desde el pasado mes de mayo en el municipio de Ecatepec.
Las autoridades están trabajando en la reconstrucción de los hechos, y han abierto una investigación para esclarecer las muertes. La mujer, de 36 años, era profesora de inglés y su hija, Estrella, tenía solo ocho años. Ambas fueron secuestradas de su propia casa.
Un día antes de la desaparición, la profesora fue vacunada contra el coronavirus, y esa noche le dijo a su padre que no se encontraba muy bien. La voz de alarma saltó el 18 de mayo, un día después, cuando la maestra no acudió a su puesto de trabajo. Sus compañeros pensaron que sería por la reacción a la vacuna, pero tras varios intentos fallidos de contactar con ella, su padre acudió a su domicilio y descubrió que todo esta revuelto.
"Todo el día estuve marcándole y no me contestó. Llegué a la casa y le pregunté a mi esposa si Anita se había comunicado. Me dijo que no y decidimos ir a buscarla a la casa. Entré y me doy cuenta de que no está, no hay pantallas, laptops, y dije ‘está desmayada o la tienen amarrada’. Subí y no encontré nada, ni a ellas ni un colchón y se me hizo extraño", comentaba su padre al diario Milenio.
"Mi hija y yo nos hablábamos unas 20 o 30 veces al día. Platicamos lo de la vacuna y hoy cada día que pasa para mí es una piedra, es un tormento", lamentaba.
Uno de los vecinos asegura que el día de los hechos vio salir de la calle la camioneta de Ana, una Voyaguer blanca modelo 2001, con matrícula 777 SWP.
Ahora, tras confirmarse el trágico desenlace, familiares y amigos de las víctimas piden que se haga justicia.