La morsa del ártico apareció en Irlanda tras quedarse dormida en un islote de hielo ha aparecido seis días después en la costa sur de Gales. Su historia saltó a los medios hace poco más de una semana cuando se dio a conocer su accidentada travesía.
La morsa del ártico se había quedado dormida en un iceberg que se terminó desprendiendo del continente helado y se fue a la deriva. Dos días más tarde apareció en una playa de Irlanda, desorientada, hambrienta y agotada.
El biólogo Kevin Flannery ha informado al periódico 'The Independent' que era probable que el animal ni siquiera se hubiera dado cuenta de lo que estaba pasando y que, probablemente, una vez hubiera recuperado su condición física, intentaría regresar a casa.
Sin embargo, una semana después, la morsa ha aparecido en la costa de Pembrokeshire, donde permaneció en el fondo de un acantilado de la playa de Broad Haven South, antes de desaparecer de nuevo en el mar. Esta vez se dio aviso a la RSPCA, una organización de caridad que promueve el bienestar de los animales, y que tiene su sede en Inglaterra y Gales, para comprobar su estado de salud.
Según Ellie West, oficial de rescate de animales de la RSPCA, desveló a 'The Guardian' que la morsa se paró a descansar en unas rocas y, aunque parecía algo baja de peso, "no mostraba ningún signo de enfermedad o lesión". El avistamiento se ha vivido como todo un acontecimiento en la costa de Gales.
Aunque es común que las morsas se queden dormidas en las costas árticas después de un día de caza, son contadas las ocasiones en las que aparecen tan lejos de su hábitat.