¿Ha actuado a tiempo la Organización Mundial de la Salud en la crisis del coronavirus? ¿Se ha vendido ¿Cuáles han sido sus errores ante la pandemia que ha paralizado el mundo?
Desde que el Gobierno de Pekín informó a la OMS de los primeros casos hasta que el organismo de la ONU declaró la pandemia, pasó casi un mes y medio. Se le ha acusado de responder tarde, de repetir las consignas del régimen chino o de no tener en cuenta las informaciones de otros países. Esta es la secuencia de los hechos:
Los ataques a la OMS y a la gestión de su Director General han llegado desde diferentes frentes y con distinto tono. Estas son algunas de las críticas:
China como modelo y datos dudosos. Según ese informe, "las rigurosas medidas” de confinamiento en China ofrecen "lecciones vitales para la respuesta global". El aplauso a la estrategia china plantea problemas para algunos críticos. Al recomendar su respuesta para el control de epidemias, la OMS habría infravalorado otros efectos: el daño económico, problemas psicológicos o recortes de derechos humanos.
Pero, sobre todo, habría cometido el error de no establecer como punto de partida que los datos oficiales de China pueden ser irreales: la OMS toma esas cifras oficiales al pie de la letra.
¿Ha sido China transparente? Rafael Bengoa, exdirector del Sistema Salud de OMS, decía en el programa Todo es mentira de Cuatro que "con el SARS China no fue transparente, no como debería haberlo sido. Creo que ahora ha sido más transparente, pero no como para que la OMS pueda intervenir directamente en un brote local".
¿Rechazó la OMS información de Taiwan? El vicepresidente de Taiwan, el epidemiólogo Chen Chien-je, ha reprochado a la OMS -en una entrevista en Financial Times- que no colgara en su página web una información que le había hecho llegar el 31 de diciembre sobre la transmisión del coronavirus entre seres humanos. (La OMS no reconoció esa transmisión entre humanos hasta el 14 de enero). Esta guerra se contextualiza en un clima de tensión entre China y Taiwan, cuya soberanía no reconoce Pekín. Y el éxito de Taiwan en la lucha contra la Covid-19 incomoda al gigante asiático.
Los ataques de Trump. Pero las críticas más feroces a la OMS han llegado desde el presidente estadounidense, Donald Trump. La acusa de "chinocéntrica" y de "haberse equivocado en un montón de cosas". Estados Unidos, que es el país con más casos de Covid-19 del mundo, ha amenazado con retirar su aportación económica. Es el el mayor contribuyente.
¿Cómo se financia la OMS? El 20% procede de las cuotas de cada país. El 80% restante, de fondos de Gobiernos y aportaciones privadas filantrópicas (como la Fundación Bill y Melinda Gates, con casi un 10%). Estados Unidos es el principal Gobierno donante, con el 15%.
"La OMS debería asumir responsabilidades por todos los errores que ha cometido", dice el virólogo italiano Andrea Crisanti a NIUS, informa Ismael Monzón. El experto asegura: "Las directivas iniciales estaban equivocadas y han sido parte del problema. No tuvieron en cuenta que hubiera un gran número de asintomáticos, que los chinos no registraron y que la OMS tampoco observó durante su viaje a China. Es una responsabilidad que antes o después tendrá que asumir. Entender cómo fueron tomadas estas directivas es un derecho que tenemos todos, visto que la OMS está financiada por los Estados que en estos momentos están sufriendo las consecuencias".
Frente a las críticas, el reconocimiento de grupos de especialistas. Mark Wookhouse, epidemiólogo y profesor en la Universidad de Edimburgo, asegura al Financial Times que la OMS ha jugado un "papel de liderazgo admirable". Aunque reconoce que "se podría discutir el manejo de los tiempos", hasta ahora "ha actuado de forma correcta", dice.
Para evaluar el papel de la OMS es necesario comprender la propia naturaleza de una organización "creada por todos los países para trabajar en la cooperación sanitaria. Es intergubernamental; es lo que los países quieren que sea y estos no han cedido suficiente soberanía", explica Daniel López Acuña, exdirector de Acción Sanitaria de la OMS, en el programa de Cuatro Todo es mentira. Y aclara: "La OMS no es una Interpol sanitaria".