EEUU planea una red de satélites para rastrear armas hipersónicas de China y Rusia
El objetivo es tener 150 satélites interconectados que operen en órbita terrestre para 2024
El plan permitiría a EEUU monitorear las armas desarrolladas por China y Rusia, según un experto chino
Estados Unidos planea lanzar para el año 204 unos 150 satélites para rastrear armas hipersónicas en órbita, un movimiento que, al parecer, tiene como objetivo ayudar al Pentágono a controlar los activos en el espacio y vigilar de cerca las actividades de China y Rusia.
Estados Unidos estaría buscando un contratista para diseñar y construir ocho satélites con sensores infrarrojos para rastrear armas hipersónicas, según un borrador de solicitud de propuestas publicado por la Agencia de Desarrollo Espacial (SDA) la semana pasada. Esos satélites serían parte del grupo inicial de 20 de la agencia que estará listo para 2022, el primer paso hacia su objetivo de tener cientos de satélites avanzados e interconectados operando en órbita terrestre baja en 2024. La Agencia de Defensa de Misiles de EEUU (MDA) publicó en febrero un borrador de solicitud de propuestas, en el que se señalaba que buscaba diseñar y construir un misil interceptor para defenderse de las amenazas regionales de armas hipersónicas.
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He Qisong, un experto en defensa espacial de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho de Shanghai, dijo que el plan satelital ayudaría al ejército estadounidense a monitorear las armas desarrolladas por sus dos rivales clave: China y Rusia. "Esta red de 150 satélites es parte del plan de Estados Unidos para lanzar más de 42.000 satélites al espacio exterior para monitorear todo, incluyendo armas hipersónicas, misiles antisatélites y otras tecnologías de vanguardia, propiedad de China y Rusia", indicó. "Y con la ayuda de la red de rastreo satelital de la SDA en el espacio, la MDA será más capaz de interceptar y derribar todo tipo de armas aerotransportadas lanzadas por China y Rusia".
SpaceX planea lanzar más de 42.000 satélites en órbita
SpaceX, el fabricante aeroespacial privado estadounidense y empresa de transporte espacial con sede en California, planea lanzar más de 42.000 satélites en órbita para crear un servicio de internet inalámbrico llamado Starlink. Ese plan, presentado ante las autoridades de telecomunicaciones en enero, es aproximadamente el triple del número de satélites puestos en órbita hasta ahora.
La SDA podría funcionar con SpaceX. "Es posible que su programa satelital sea parte del plan SpaceX, que también ayudaría a la Agencia de Defensa de Misiles con su plan de construir un interceptor regional de sistema de arma de fase de planeo de defensa hipersónica", conjetura Quisong.
A su juicio, la red de satélites SDA podría ser parte de la estrategia de defensa antimisiles del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, presentada el año pasado, un plan radical que recuerda el programa 'Guerra de las Galaxias' en la década de los 80. Si bien ese programa, oficialmente conocido como Iniciativa de Defensa Estratégica, nunca se desarrolló, arrojó una larga sombra sobre los cálculos políticos y económicos de Moscú y posiblemente contribuyó a la ruptura de la Unión Soviética en 1991.
Como parte del objetivo de Trump para que Estados Unidos recupere y mantenga su dominio en el espacio, el pasado mes de diciembre se estableció la Fuerza Espacial de EEUU, una nueva rama de los servicios armados del país. Y la SDA se creó en marzo del año pasado en respuesta a las críticas de que el ejército de estadounidense no estaba al día con la innovación que estaba surgiendo en la industria espacial. La agencia recibió la autoridad para reducir la burocracia y adquirir tecnologías espaciales desarrolladas comercialmente, y pasará a formar parte de la Fuerza Espacial para octubre de 2022.
"El Pentágono traerá más satélites desarrollados por compañías civiles para fortalecer su control sobre los activos espaciales: el borrador de una orden ejecutiva fue lanzado el 6 de mayo", indica Quisong, en eferenciaa la propuesta de la administración Trump de minar en la luna bajo un nuevo acuerdo internacional patrocinado por Estados Unidos llamado los Acuerdos de Artemis.