El Departamento de Estado de EEUU ha cambiado sus recomendaciones de viaje a China para alertar a sus ciudadanos y residentes allí de que se exponen a un mayor riesgo de detención arbitraria por parte de las autoridades, así como a prohibiciones de salida y largos interrogatorios. Todo ello en un contexto de tensión entre Washington y Pekín sobre varios temas, como Hong Kong, los uigures y la pandemia del COVID-19.
En una alerta de seguridad emitida este sábado, el Departamento de Estado mencionó específicamente la amenaza de detención o deportación por motivos como "enviar mensajes electrónicos privados críticos" contra el Gobierno. "Los ciudadanos estadounidenses pueden ser detenidos sin acceso a los servicios consulares de EEUU o información sobre su presunto delito", según el aviso, además de ser sometidos a interrogatorios prolongados y detenciones prolongadas por razones relacionadas con la 'seguridad del Estado'".
Las relaciones entre Pekín y Washington se han deteriorado en los últimos meses por el coronavirus, el comercio y la situación en Hong Kong, donde una polémica ley de seguridad impuesta desde Pekín amenaza, según la oposición, con silenciar a los disidentes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció el viernes que la relación con China estaba "gravemente dañada" y que actualmente no estaba pensando en tratar de progresar con el actual acuerdo comercial pactado con el gigante asiático. Washington y Pekín alcanzaron un acuerdo comercial parcial en enero por el cual Estados Unidos se comprometió a suspender la aplicación de nuevos aranceles y China se comprometió a aumentar sus compras de productos estadounidenses por cerca de 200.000 millones de dólares en dos años, en relación a los niveles de 2017.
Trump acusa a las autoridades chinas de haber tardado en alertar al mundo sobre la epidemia y considera que son responsables de la propagación del virus en un momento en que Estados Unidos es el país con más muertos, con más de 133.000 fallecidos. "Ellos podrían haber parado la plaga, podrían haber parado la plaga y no lo hicieron”, afirmó el mandatario. En junio, un alto consejero del gobierno de China reconoció que la pandemia va a tener “consecuencias” sobre la puesta en marcha del acuerdo.