Boris Johnson estrena Gabinete y lo hace dejando esta imagen sorprendente. En una sala abigarrada, unas 30 personas entre miembros del Gobierno, ayudantes y funcionarios, hombro con hombro, sin guardar distancia ni llevar mascarilla y con las ventanas aparentemente cerradas.
Unas imágenes que empiezan a suscitar las primeras críticas porque es este mismo gobierno el que recomienda el uso de la mascarilla en lugares cerrados con mucha gente. Y todo en un país con la mayor incidencia de Europa, con la vacunación estancada, con 26.000 contagios ayer y una media cercana a los 30.000 positivos en los últimos 7 días. Boris Johnson, que ya negó el impacto del covid hasta que él lo pasó, vuelve a las andadas.
"Fue un momento difícil, no lo voy a negar. Tenían una estrategia para lidiar con un escenario del tipo 'muerte de Stalin'. Yo no estaba en un estado particularmente brillante y era consciente de que había planes de contingencia en marcha. Los médicos tenían todo tipo de arreglos sobre qué hacer si las cosas salían mal", expresó en su día.
La imagen se produce la misma semana en la que el Gobierno de Reino Unido ha presentado este martes su "plan B" de lucha contra la pandemia de covid-19 de cara al invierno, en el que destaca la posible reimposición del uso obligatorio de mascarilla en ciertas ubicaciones y la potencial necesidad de presentar un certificado de vacunación para llevar a cabo algunas actividades.