El primer debate electoral entre Donald Trump y Joe Biden ha sido como se esperaba: insultos, gritos, descalificaciones y pocas propuestas. Los primeros minutos del encuentro han estado marcados por el estilo bronco, con constantes ataques, y las intervenciones del moderador llamando al orden a ambos contendientes por las continúas interrupciones.
La pandemia de coronavirus abrió la discusión con las acusaciones del demócrata contra el presidente de EEUU por su deficiente gestión de la crisis sanitaria y los más de 200.000 muertos por covid. Recordando la absurda propuesta de curarse con lejía o ignorar la letalidad del virus.
"¿Creen por un momento lo que les está diciendo?", ha interpelado directamente Biden a los telespectadores. "Todavía no ha reconocido que sabía que esto estaba pasando, sabía lo peligroso que iba a ser en febrero y ni siquiera lo dijo", ha asegurado el candidato demócrata, quien ha acusado a Trump de "entrar en pánico", o de estar más pendiente del "mercado de valores". "Es la misma persona que dijo que esto acabaría en Semana Santa, o que incluso te podías inyectar lejía".
Trump respondió a su estilo: burlándose del uso de la mascarilla por parte de Biden, sobre el que Trump ha ironizado diciendo que la usa "a todas horas", mientras "yo la utilizo cuando considero que es necesario, no como él, que cada vez que le ves lleva máscara, puede estar a 600 metros y tener la mascarilla más grande que he visto".
Trump ha vuelto a defender los grandes mítines políticos, pese a las restricciones de algunos estados por la pandemia, ya que, ha dicho, no sólo "la gente quiere escuchar" lo que tiene que decir, ya que la enfermedad no incide de igual manera en celebraciones al aire libre. Algo, que según el republicano, no puede hacer Biden, porque no tiene popularidad y que los que quieren los demócratas es "arruinar al país".
El presidente de Estados Unidos, cuestionado por las últimas informaciones que el 'The New York Times' que publicó sobre su supuesto fraude fiscal en 2016 y 2017 en los que sólo pagó 750 dólares en impuesto. Trump rebatió que "pagué millones de dólares en impuestos, millones de dólares en impuestos sobre la renta" .
Sin embargo, ha admitido que ha usado la "ingeniería fiscal" para pagar menos impuestos, pues "sólo un estúpido no lo haría". Las declaraciones de impuestos de Trump han sido un misterio desde que se presentó como candidato a ocupar la Casa Blanca, convirtiéndole posteriormente en el primer presidente de Estados Unidos en no ofrecer detalles sobre sus finanzas en décadas.
El presidente de EEUU se negó a condenar explícitamente el supremacismo blanco y la actividad de las milicias racistas. Apenas se atrevió a pedirles "que dejen de llevar violencia a algunas ciudades como hemos visto en Kenosha y Portland”. " Yo quiero que haya paz”, dijo Trump. “Entonces hágalo, dígalo...”, insistió el moderador. “¿A quién quieres que condene?... a Proud Boys , dad un paso atrás y quedad a la espera. Pero dejadme decir que alguien tiene que hacer algo con los antifascistas y la izquierda”, contestó Trump citando espontáneamente a un movimiento paramilitar muy activo en los últimos meses.
El grupo a los pocos minutos ya usaba las palabras de Trump como eslogan en la redes sociales, mientras los grupos progresistas lo convirtieron en su último grito de guerra contra el candidato republicano.
“Este no es un problema de la derecha sino de la izquierda”, insistió el presidente, a pesar de que el propio FBI admite que el supremacismo blanco y los grupos de extrema derecha son la principal amenaza nacional.
Los analistas políticos de EEUU aseguran que este ha sido el peor debate electoral de toda la historia del país. Muchos dudan que se vayan a celebrar los otros dos que están programados de aquí al tres de noviembre entre los aspirantes a presidente.