Sarah Thawley y su esposo Steve, vecinos de South Yorkshire (Reino Unido), recibieron la terrible noticia de que ella padecía un cáncer de mama en fase cuatro, tan sólo ocho semanas después de dar a luz a su quinto hijo, Arthur, el mes de junio del pasado año. En diciembre fue a Steve al que diagnosticaron de un cáncer gástrico en estadio cuatro, según informa The Sun.
Hace tan sólo unas semanas nos hacíamos eco de una trágica historia similar, protagonizada por una joven pareja australiana, padres de dos pequeños, diagnosticados de un cáncer terminal a una pareja con solo tres meses de diferencia. En el caso de Sarah y Steve las dos terribles noticias se han dado con una diferencia de apenas seis meses y deja el futuro de sus cinco hijos en una terrible incógnita.
En los primeros meses tras el diagnóstico de Sarah, los tratamientos habían realizado alguna mejora, pero fue entonces cuando Steve comenzó a tener algunos problemas para tragar alimentos. Al principio lo achacaron al estrés, sobre todo con lo sucedido los últimos meses. Pero, tras acudir al médico y realizarse una gastroscopia, Steve recibió el terrible diagnóstico del cáncer gástrico en fase terminal.
Los vecinos y amigos de la pareja han creado una página web para dar a conocer su terrible historia y para intentar recaudar fondos para pagar sus tratamientos o, incluso, como afirman sus impulsores "para que puedan tener unas vacaciones en familia o que le den al dinero el uso que quieran después del horrible año que han tenido". También han organizado actos beéneficos, como una maratón popular.
A pesar de las terribles perspectivas, la pareja sigue adelante con sus tratamientos, con Steve recibiendo sus primeras sesiones de quimioterapia. Él asegura que, de momento, tiene seis sesiones por delante, la última a finales de abril de este año y seguirá luchando después.