El 26 de marzo se celebra el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, una jornada pensada para concienciar a la población sobre el origen de este tipo de cáncer y las formas de prevenirlo. Se trata de una dolencia que afecta a la parte más baja del útero y que aparece principalmente en mujeres de 35 a 50 años. Su principal causante es la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH), para el que existe vacuna. ¿Qué es y cómo prevenir el cáncer de cuello de útero?
El cáncer de cuello de útero está íntimamente relacionado con la infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH). En realidad se trata de un grupo de virus, de mayor o menor riesgo, que pueden afectar a los genitales y provocar el desarrollo de verrugas. También es posible que no existan síntomas en absoluto (ocurre, por ejemplo, con los tipos más peligrosos).
Casi todas las personas con una vida sexual activa pasan en algún momento de su vida por una infección de este tipo, que se genera por contacto sexual o incluso por contacto íntimo de piel a piel. Lo habitual es que las infecciones por VPH desaparezcan por sí solas sin causar lesiones ni cáncer, pero es posible que un VPH de alto riesgo empeore con el tiempo y pueda llegar a provocar distintos tipos de cáncer: de cuello de útero, de boca, de garganta, de vulva, de vagina, de pene, de ano…
En el caso del cáncer de cérvix o de cuello uterino, se trata del cuarto cáncer más frecuente entre las mujeres en todo el mundo, por detrás del cáncer de mama, el colorrectal y el de pulmón, tal y como explica el Instituto Catalán de Oncología. En el caso de España, sin embargo, su incidencia es más baja, de un 2 por ciento.
Además de la infección por Virus del Papiloma Humano, otros factores de riesgo a la hora de desarrollar esta enfermedad son el tabaquismo, la inmunosupresión (como en el caso de personas afectadas con el virus del VIH o de tratamientos inmunosupresores) y la coinfección por otras enfermedades de transmisión sexual.
La vacunación frente al VPH es una de las estrategias clave a la hora de prevenir la aparición del cáncer de cuello de útero, especialmente antes de comenzar la actividad sexual: esta vacuna se encuentra en el calendario de vacunación que se aprueba cada año por parte del Ministerio de Sanidad y su administración (que es voluntaria, como ocurre con todas las vacunas en España) permite reducir el riesgo en gran medida. Eso sí, la vacunación se centra en las mujeres, algo que muchos expertos censuran, solicitando que se vacune también a los niños en España, como ya hacen muchos países de nuestro entorno.
Por otro lado, mantener relaciones sexuales con protección es básico para evitar contagios. Además, la citología periódica es una prueba necesaria para detectar posibles lesiones: gracias a ella es posible realizar un seguimiento, así como intervenir, en caso de que sea necesario, para eliminar posibles lesiones.